La emoción que nos invade cuando tenemos que amueblar por primera vez la propiedad en la que sentaremos las bases de nuestra familia es indescriptible. Son muchas las personas que se angustian al ver las estancias vacías, obsesionándose con llenar hasta el último rincón de piezas y objetos. Sin embargo, las prisas nunca son buenas compañeras, y con frecuencia éstas son las responsables de que la ornamentación de nuestra casa acabe siendo víctima de decisiones estéticas demasiado precipitadas. Por eso, nuestra lectora fue partidaria de que su hogar creciera a la par que sus habitantes, mejorándose día a día con nuevas aportaciones.
El carácter inquieto de nuestra protagonista palpita en el corazón de muchos proyectos de bricolaje y pintura que su ahínco ha conseguido llevar a buen término. Si observamos su casa en conjunto, nos percataremos de su afinidad por los tonos neutros, pero dotados de una nueva significación gracias a la introducción de textiles y complementos. Así, no cabe la menor duda de que cada una de las habitaciones que conforman esta casa lleva la particular rúbrica de un interiorismo dinámico y perseverante.
Durante la transformación de la cocina, surgió la duda de si alicatarla por completo o sólo en parte. Finalmente, la tenacidad pudo más que los consejos ajenos y se optó por revestir de azulejo únicamente la zona de cocción, colocando en el resto un zócalo de lamas de madera en color crudo. El área superior recibió una pintura similar a la de los muebles. La belleza del conjunto es abrumadora.
El cubrerradiador también lleva el sello de la propietaria, que revela que su aspecto ya está algo desmejorado debido al paso del tiempo y el ajetreo al que lo someten las niñas. Su color original era verde, pero una mano de pintura blanca lo mimetizó con el zócalo. A la jaula, la adquisición más reciente, la acompañan una maceta de forja, una flor de cerámica, una planta y un cuadro.
El recibidor ha sufrido una metamorfosis sin precedentes. Armada con una caladora y otras herramientas, Paqui se puso manos a la obra para instalar un fantástico zócalo de madera blanca. Lo que restaba de pared fue cubierto por un papel de suaves rayas blancas y marrones. Sobre la cómoda blanca de corte barroco destaca un espejo de Luis Roncero y varios portarretratos de piel.
La reforma de la cocina tuvo lugar poco antes del nacimiento de Marina, la hija pequeña. Las líneas maestras de la obra tenían como fin la ampliación de la encimera, el cambio del suelo y la introducción de un tendedero. El material de los muebles, de la firma Urende, es polilaminado y éstos son de un luminoso color blanco sobre el que contrastan unos simpáticos tiradores de concha.
Los baños son los rincones de la casa que destilan mayores dosis de creatividad. Sobre estas líneas, observamos la elegancia del primero, en el que predominan los tonos chocolate. La pared presenta un lustroso zócalo de mármol combinado con un papel vinílico de franjas marrones y vainilla. En la esquina que alberga la ducha, con grifería de Ramón Soler, el alicatado recorre todo el muro.
Paqui admite que sufrió un flechazo al ver el lavabo Nostalgia de Gala, supliendo la falta de un mueble inferior con varias cajas de piel de gran capacidad. Los apliques se modificaron al añadirles unas pantallas de tela muy románticas. El marco del espejo es de madera plateada y la copa de cristal es un regalo de la madre de la dueña de la casa. Los detalles decorativos han sido cuidados al milímetro.
Después de hojear varias revistas sin hallar un diseño que le convenciera, nuestra lectora decidió materializar la idea que tenía en mente. El resultado fue el baño que usan sus hijas, llamado cariñosamente ‘piruleta’. Una moldura de madera blanca sirve de frontera entre el alicatado Bambú de Porcelanosa y el papel vinílico de rayas multicolores que da al conjunto un aire desenfadado y alegre.
El salón es la asignatura pendiente de la dueña de esta casa con estilo propio. Ha transcurrido una década sin que se modifique su decoración en profundidad. Dentro de los planes a medio-largo plazo se contempla la retirada del gotelé, una práctica realizada en el resto de las estancias. Seguramente, desprenderse de los muebles de roble macizo será difícil, debido a la inversión que se hizo en ellos.
El suelo es cerámico, pero imita fielmente la madera blanca. El mueble sobre le que se sustenta el lavabo posee un encanto extra gracias a las cortinas interiores. Lo más caro y laborioso de este cambio radical de imagen fue la colocación de una puerta corredera escamoteable o de cassonetto, una solución con la que se ha ganado bastante fluidez. Rosa y verde inundan el mundo de los complementos.
La alcoba principal es un verdadero lujo para los sentidos. El cabecero y las mesillas de color crudo descansan sobre una pared empapelada teñida de un sofisticado chocolate. Las mesillas sirven de soporte para unas luminarias muy sencillas y una colección de accesorios decorativos singulares: una caja, portafotos, piedras de plata, un reloj... El punto vegetal lo dan los bambúes de la suerte.
La habitación de la hija menor aún está pendiente de una sutil remodelación, dado que los padres están esperando a que Marina tenga unos años más. Hay que señalar que la totalidad del mobiliario pertenece a Ikea, tanto el diván como el armario, además de la cómoda y el armario. Unos tiernos osos vigilan el sueño de la pequeña. Los textiles azules y blancos van de los cuadros a las flores.
Sofía, la hija mayor del matrimonio, tiene una habitación digna de una princesa. La ternura y el cariño volcados por su madre en este dormitorio casi se pueden palpar. El cabecero es en realidad un mueble con ruedas en el que se almacenan multitud de libros y juguetes. La mesa de estudio está compuesta por dos mesillas y un sobre blanco rematado con una moldura en forma de onda, a juego con las baldas.
Todos los elementos localizados en este cuarto desprenden una fantasía y una dulzura incomparables, desde el carrito rosa lleno de peluches y muñecos, hasta la cómoda con los frentes pintados o el cuadro que encierra un babero de plata y un chupete. Gracias a la afición por la carpintería de Paqui, la casa es un verdadero ejemplo de imaginación y de esfuerzo por imponer la filosofía del ‘hecho a mano’.
Agradecimientos a Marian Merino, lectora de Estiloyhogar.com