El lunes tocó un pueblecito encantador, ayer imágenes playeras y hoy nos instalamos en mi cocina para elaborar deliciosas magdalenas caseras. Nosotras mujeres imparables no necesitamos comprarlas empaquetadas, nos basta media hora tan solo para amasarlas y hornearlas. Lo de presumir vendrá después cuando los nuestros las degusten y se relaman de gusto...
Esparzo mis moldes de silicona en multitud de colores, los hay pequeños redonditos y más grandes y hondos. También, como se que me saldrán muchas magdalenas, cojo los que son de sencillo papel en blanco. Éstos dan a las magdalenas un aspecto mucho más natural una vez elaboradas, sin embargo los de silicona son prácticos y puedo volver a utilizarlos siempre que quiera...
Realizada la masa, la vierto con paciencia dentro de cada uno de los moldes...
Solo hasta poco más de la mitad, ya sabéis que una vez en el horno ésta sube y así no se desbordará...
Los ingredientes que no se me olviden son éstos...
4 huevos
250 gramos de harina
150 de azúcar
1 sobre de levadura
ralladura de un limón
125 ml de aceite
60 ml de leche
Nada más preciosas, con ello se elaboran unas magdalenas riquíiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimas...
Vamos que de solo mirar y oler la masa dan ganas de empezar a comérselas...
Y sino fijaros como se las mira Celia que por supuesto me ha ayudado a cocinarlas, empieza a gustarle la cocina y la repostería y yo encantada de ello...
Y aquí mi cocina algo revuelta, platos aquí y allí. Es lo que tiene cocinar y repostear que después no nos queda otra que lavar y recoger todo lo utilizado...
Mientras lo hago y se precalienta el horno os cuento que una de nuestras vergelianas, María Bracaccini mañana se convertirá nuevamente en abuela, que maravilla, a la expectativa estamos todas para que el parto sea corto y leve, seguro que la pequeña Micaela se lo va aponer super fácil a su mami. También he de deciros que amantes del mar por aquí hay muchas, eso me cuentan Brisita, Rosa María Gandarias, María del Mar, Tere Valle y Marta Lladó. Ellas adoran tenerlo cerca y disfrutarlo...Después desde la lejana Costa Rica la adorable Anahi me confiesa que le encantó el pueblo que visité el sábado, que sería un placer poder recorrerlo juntas y yo le contesto que el placer sería mío, mi mejor regalo se haría realidad si todas pudiésemos juntarnos allá donde fuese para charlar, conocernos, vernos las caras y dejarnos llevar...
Uffffffffffffff, no me enrollo más que las magdalenas están pidiendo a gritos hornearse ya...
Ñam, ñam...deseando estoy poder acompañarlas con un delicioso the como indica mi paño de cocina...
O un calentito café recién hecho...
Pero antes a que suba su esponjosa masa a 180º tan solo 20 minutos...
Sigo hablando con todas vosotras y ahora os muestro mis moldes de reposteía, sobre ellos una diminuta gallina...
¿Adivináis de que está hecha?...
De jabón chicas. La tengo hace montones de años, por supuesto nunca la he utilizado para lavarme las manos, me da muchísima pena que se deshaga, así que la mantengo como adorno en mi cocina...
Bueno, platos limpios y cocina recogida mientras las magdalenas siguen su curso...
Y aquí las tenéissssssssssssssssssssssssssssss...
Doraditas y esponjosas...
Antes de meterlas en el horno les he espolvoreado azúcar por encima, así cuando se cuecen por completo ésta queda doradita como las que se venden en las panaderías...
Una vez horneadas viene el momento decoración. Esta vez no he podido colocarles piñones que son como nos gustan en casa degustarlas, no tenía, así que me conformo con rociarles azúcar glas por encima. Otras veces le he esparcido cobertura de chocolate o les he mezclado en la masa almendra molida. De una forma o de otra quedan para chuparse los dedos...
Las amontono sobre una de mis tarteras preferidas...
Reservando tres para la merienda de hoy...
Ahora que si decidís visitarme, guardo sin dudarlo las restantes, tapadas, eso si, para evitar posibles tentaciones que en esta casa somo todos muy pero que muy golosos...
Nada más me queda por deciros, tan solo que hoy en este vergel en la ciudad la tarde de miércoles se tiñe con deliciosas magdalenas caseras. No solo de decoración y de plantas vive le hombre...
¡Hasta mañana preciosas!