Ayer preciosas cambiamos una tarde de playa por verde y naturaleza. Genial cambio, últimamente preferimos más perdernos por la montaña buscando no solo la belleza de sus paisajes, sino también las bajas temperaturas. En coche, a tan solo media hora de camino, tenemos uno de los parajes más preciados, el parque natural del Montseny, del que forma parte un pequeño rincón llamado Santa Fe...
Hasta allí nos fuimos toda la familia a disfrutar de un paseo de tarde relajante y cautivador...
Entre puentes de madera que atraviesan el río...
Casas de piedra perdidas...
Vegetación...
Hasta llegar a un embalse de aguas azuladas...
Nos sorprendió el poco cauce de éste. Habíamos subido otros meses y el agua rebosaba de punta a punta...
Pero ello no mengua la belleza del entorno que invita a caminar y caminar...
Mirando a todos lados porque allá donde se posan los ojos se descubren rincones especiales...
Fijaros en el sol atravesando los árboles...
En las montañas rodeando el embalse...
En los míos lanzando piedras sobre el agua...
En los claro oscuros que se reflejan en el fondo...
En las ramas de los muchos árboles colgando sobre el paisaje...
En el atardecer que va dando paso a la noche...
Y en esa agua tranquila y apacible...
Chicas descubrí una original hamaca flotando sobre las aguas, ideal para todas nosotras, para sentarnos sobre ella y navegar fresquitas con los pies tocando las aguas...
Uauuuuuuuuuuuuu que genialidad perdernos en semejante paisaje...
Y seguir caminando de vuelta...
Dejando atrás el embalse...
Con su bello entorno...
Salpicado de pequeños saltos de agua...
Y entre toda la naturaleza, un hermoso edificio, de esos que tanto nos gustan a todas. Antiguo, solemne, con trabajada fachada a dos colores...
Y enmarcado por altísimos árboles centenarios...
Al atravesar su inmenso jardín nos topamos con una pequeña cafetería escondida en plena naturaleza. Ideal para sentarse a descansar tras la larga caminata, tomar un refresco y seguir admirando desde ella más naturaleza si cabe...
"Avet blau" se llama, abeto azul en castellano según indica el cartel antiguo que cuelga de uno de sus postes. Tomaremos nota de él por si algún otro día nos apetece quedarnos a cenar...
Y volvemos al coche, empieza a anochecer...
Nos despedimos de los altos árboles...
De la hermosa casa escondida...
Cerrando una tarde de paseo inmejorable. A veces buscamos destinos lejanos, sin darnos cuenta que a pocos kilómetros de casa tenemos los mejores rincones por descubrir que podamos imaginar...
Uauuuuuuuuuuuuuu vergelianas, preparándonos para Navarra, habituándonos a escenarios en plena naturaleza que a buen seguro nos dejarán con la boca abierta...
Nuevo lunes y nuevas cosas que contar en este vergel imparable. Aiiiiiiiiiiiiiiiiii se me olvidaba, nueva vergeliana que ha entrado a comentar, Cinta Mojarro. Bienvenida preciosa, aquí vas a encontrar el mejor de los lugares para llenarte de total inspiración...
¡Hasta mañana chicas!