Hoy visitamos un apartamento, que me ha parecido impecable y apetecible, sobre todo para el Otoño, que estamos a punto de comenzar, que es la casa que el diseñador de Antropologie, Peter Som, tiene en el West Village en Nueva York, justo encima de su estudio y taller. Pura inspiración, con base neutra y toques de color, arte y como siempre digo "mezcla", porque siempre, como todo en la vida, en la mezcla encontramos la riqueza. ¿Entramos?
Con esta base, conformada por techos blancos y paredes en gris claro, las piezas de diseño, otras más funcionales, cómodas, arte y muchos libros apilados le dan el punto personal al conjunto.
El diseñador dice que todo lo que hay en la casa, fue elegido siguiendo una máxima, que era que le tenía que hacer sentir "amor". Y no me parece nada mal esta filosofía, ya que nuestra casa debería llenarse únicamente de aquello que nos hace felices, y ¿qué hace más feliz que la belleza? (vale, sí, tener una cuenta bancaria con tropocientos millones de euros a lo mejor es comparable).
Lo que me ha llevado a compartir este apartamento además, es que tiene "tips" de estilo muy fáciles de copiar, que harán que nuestros espacios sean más glamurosos!! Como esa bici completamente pintada de rojo de la entrada junto a una pared con varios cuadros dispuestos a modo de galería. O esta mesa con los libros apilados de manera bastante racional y repartida. Ya sabéis: no apiléis todo en un mismo montón, repartidlo en varios, y añadid alguna lámpara y accesorio decorativo.
Como véis, muchos tonos naturales, de madera oscura, cuero y gracias a alfombras de tejido natural (parece sisal, pero no me voy a aventurar a asegurarlo) que además de zonificar, le dan calidez a esta atmósfera tan minimal que ha creado el diseñador. Todo es bastante "tranquilo" aunque con un puntito de sofisticación que me parece exquisito; es una casa vivida, que Peter dice que funciona igual de bien cuando está solo cocinando o con 30 amigos dando una fiesta.
Dice haberse obsesionado con la cocina, donde le encanta pasar tiempo, ya que adora cocinar, y que se sintió aliviado cuando vio la propuesta que aunaba la elegancia atemporal de los materiales como el mármol de Carrara y la madera, con la funcionalidad y masculinidad que le gusta tener. Uno de los retos conseguidos, ha sido convertir el armario del hall, en un pequeño almacén con vinoteca al que se accede ahora por la cocina.
Como véis todo tiene ese aire minimal, pero acogedor, que me vino a la cabeza para ponerle título a este post. Todas las piezas han sido seleccionadas, además de despertando el amor del diseñador como os comentaba antes, siguiendo la pauta de la funcionalidad, pero como él mismo dice "sin olvidar que tienen que aportar estilo", ¿no os parece que esto mismo puede trasladarse a la moda?.
Y sí, hay libros apilados por todas partes... quedan de fábula! Pero también se nota que es hijo de diseñadores, y aunque ha tenido a un gran estudio ayudándole con el proceso de reforma, el gusto por el diseño se nota en su casa.
Truquito para mezclar cojines: los tonos neutros, permiten mezclar diferentes estampados de tonalidades similares, algo que dará textura y volumen al espacio donde se encuentren.
En el dormitorio me encanta el mueble de televisión, lacado en rojo, un foco de atención, que ayuda a poner carácter al espacio. Y es que al haber tan poca estridencia, y ser todo tan neutro, ayuda cuando se quiere focalizar un punto o un objeto.
Y por último, un poco de su mesa de trabajo con moodboard incorporado y una idea para reciclar los vidrios de las velas acabadas: reutilizarlos como botes para lapiceros! además colocados en una bandeja sencilla, están a punto para cuando los queramos usar en cualquier rincón de casa! es de perogrullo, pero me parece que quedan muy ordenados y genial.
¿Qué os ha parecido el apartamento de Peter Som?, ¿os parece tan inspirador como a mí?, ¿creéis igual que yo que moda y decoración van unidas?, os espero en los comentarios!
Feliz comienzo de semana.
Mil besos
Mónica t.
****vía Lonny