Ya es el momento de cambiar el armario, el duro momento de probarte la ropa del año anterior para saber si la descartas, la guardas de nuevo, por si...
Mi armario es todo un por si acaso...y cualquier día sale solo andando, buscando otro dueño que le deje espacio para respirar.
Todas las explicaciones que me den los grandes de la moda, tipo: "lo que no te has puesto en un año ¡fuera! eso es que no te lo vas a poner". Pues yo tengo mis dudas, en ocasiones me he arrepentido de cosas que en un momento de euforia he desechado y luego lo he deseado con toda mi alma.
Si es cierto, que cuando hago los cambios de armarios me encuentro con ropa que llevo "años" sin ponerme pero la miro y la remiro y vuelve de nuevo a su lugar por si acaso. Otras veces, hago caso a mi cabeza y me deshago de ellas para luego más adelante, tener los episodios de arrepentimiento que ya os he contado.
Entre lo que te vale y no te vale, entre lo que guardas que jamás te vas a volver a poner y aun así lo guardas como si fuera un tesoro, lo que tiras y luego te arrepientes, entre lo que ya ha pasado de moda, entre nueva lista de adquisiciones porque no puedes vivir sin ese vestidito que necesitas urgentemente, entre todo eso, el cambio de armario es agotador mentalmente. MB