Toda la zona social se diseña como un todo unitario donde se han tirado los tabiques para abrir la cocina al salón mediante una isla que abraza el pilar de madera y un murete de medio pie de ladrillo cara vista. La cocina, pintada en color vino, es la parte más industrial del conjunto, que juega con muebles de madera y metalizados. Las grandes ventanas originales, introducen una gran luminosidad a todo el espacio.
Con una base en estilo nórdico- escandinavo, este hogar es una muestra evidente de que el estilo industrial combinado no tiene que ser frío. Mediante piezas y materiales de este estilo, se puede conseguir una casa cálida y acogedora, con carácter y vibrante. Al ser uno de los grandes referentes de la decoración actual y, gracias a su versatilidad y singularidad, resulta ser uno de los más adecuados para combinar con el industrial. ¿No os parece?.
La madera y los papeles pintado hacen de esta vivienda un interior cálido y lleno de alegría. Las lámparas dan otro toque muy interesante a todo el conjunto creando escenas y ambientación por zonas. En resumen, un espacio diáfano, amplio y luminoso que compartimenta la zona más privada de dormitorios y baño. ¿No os recuerda a un loft newyorkino?
¡Feliz fin de semana!
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