Desmontar los herrajes fue cosa fácil, solo tomamos la precaución de tomar fotos previas para dejarla luego igual...
Dos manos de pintura blanca...,
..., un decoupage para sustituir el mapa original...
..., y un generoso lijado...,
..., siguiendo la beta de la madera para mantener su aspecto rústico.
Aunque endulzado y suavizado por su nueva decoración.
Nada que ver, ¿verdad?
Ya no le tenemos manía a la cajita de madera; es más, deseando estamos de buscarle un lugar fuera del armario donde ubicarla para su lucimiento.
Y seguramente que lo encontraremos en los siguientes días...
¡Feliz fin de semana!