Reconozco que soy muy monocromática para la decoración. Me gusta mucho el blanco y el beige en muebles, telas, complementos... y admito que con el paso del tiempo mi casa se ha ido transformando y he ido introduciendo esos colores en puertas de paso, muebles, tapicerías... No lo puedo evitar.
Pero a veces hay que atreverse a romper la monotonía e introducir un poco de color. No me canso de ver esos magníficos reportajes de las revistas de decoración en los que un mueble especial, una cómoda, una consola, una vitrina, el cabecero de una cama..., en un color intenso y en contraste con el resto de la decoración aporta un toque original, atrevido a una habitación. Y lo mejor es que queda genial.
Ahora sólo hay que atreverse a dar un paso más e incorporar a la decoración de mi casa alguna pieza a todo color. Para cuando me decida ya estoy haciendo acopio de ideas. A ver si os gustan.