En el ecuador de la semana descubrimos esta fantástica vivienda, envidiable por muchos conceptos, pero sobre todo por el magnífico y viejo aparador de cocina rescatado de un anticuario, al igual que la antigua báscula que se ha colocado sobre el y los recortes de antiguos menús que decoran la pared.
Un conjunto ideal de carácter vintage que centra la atención, pero que no son los únicos objetos de deseo que encontramos en la cocina, los azulejos tipo metro, los electrodomésticos de acero con guiños industriales y el frigorífico Smeg en color marfil. Si a todo esto le sumamos la tarima negra del suelo a juego de la encimera de marmol, el mobiliario de cocina en color gris azulado y las baldas a la vista, el resultado enamora.
Aunque la cocina es mi estancia favorita de la casa, en el resto de la vivienda también encontramos elementos reciclados y recuperados, como la alacena del salón, que comparte espacio con el resto de mobiliario de estilo nórdico.
Por su parte el dormitorio y el estudio se decoró alternando muebles viejos, como las mesillas, el escritorio o el armario blanco bajo, con piezas de diseño y actuales, una mezcla muy serena y acogedora.
No os perdáis el balcón. ¡El juego que dan las cajas de madera, tanto en este espacio y como en las terrazas!
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