Hay algunos muebles que se bastan y se sobran por sí mismos para crear un ambiente especial. No necesitan de grandes acompañamientos que les arropen para triunfar. Es más, en algunas ocasiones, brillan mejor en soledad. Es el caso de los sillones colgantes.
Y es que lo tienen todo para triunfar. Son cómodos, bonitos y proyectan además un aire de rélax con un puntito de estilo. Si estás pensando en hacerte con nuevo mobiliario de jardín para un verano que se presenta diferente, añade a tu wish list una o más sillas colgantes. Las vas a disfrutar.
Sillas colgantes
A medio camino entre una hamaca y un sillón de jardín, tiene un poquito de uno y de otro. Y posiblemente sea eso lo que hace a los sillones colgantes tan especiales.
No hay mucho que decir sobre ellos ya que combinan perfectamente con cualquier estilo de mobiliario exterior. Quizá el aspecto más importante a tener en cuenta sea, una vez más (y sé de lo que hablo) el clima. En zonas lluviosas incluso en verano puede resultar complicado tener que recoger cada día el sillón colgante, salvo que dispongas de un porche donde colocarlo.
Si todo va bien en el momento en el que estás leyendo este post yo estaré de camino a mi #casadelpueblo. El día 14 de Marzo fué el último día que pude estar allí. Hasta hoy. Así que, era inevitable que me vinieran a la mente imágenes de relax y de disfrute. Aunque no es mi caso por cuestión de clima, un sillón colgante me parece una gran elección. ¿Qué piensas?
¡Feliz día!
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