Ahora que las temperaturas están empezando a bajar y que el frío se acerca sin tregua, nos acordamos con nostalgia de los días de verano, que tan lejanos nos parecen ya. Sobre todo, echamos de menos los momentos de diversión al aire libre. Sin embargo, hay formas de seguir disfrutando del jardín. Tan solo necesitas una buena estufa de exterior y una manta calentita.
Sin embargo, hoy las estufas de exterior son un elemento muy apreciado, ya que nos regalan mucho más tiempo de disfrute en el jardín, en el porche o la terraza. Así que, si quieres seguir viviendo intensamente los espacios exteriores de tu casa, no lo dudes. Hazte con una buena estufa de exterior y resístete a meterte dentro de casa.
Hoy te contamos algunas claves interesantes que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un sistema de calefacción para el exterior, ya que existen diferentes tipos, según el espacio que quieras calentar y el combustible con el que funcionan. Con cualquiera de ellos podrás seguir disfrutando de tu jardín en otoño.
Cómo elegir una estufa de exterior
En cuanto a las estufas que funcionan a gas, son una buena alternativa para esos espacios en los que no se tiene cerca una toma de corriente.
Las estufas de gas, una buena opción
Lo mejor para aprovechar al máximo las prestaciones de la estufa es comprar un modelo que lleve incorporado un regulador de llama, para así poder ajustarlo en función del calor deseado. De esta forma controlarás mejor la calefacción, dependiendo de la temperatura exterior.
Valora también otras alternativas
La primera son los halógenos de onda corta, muy eficientes desde un punto de vista eléctrico. Se trata de aparatos que emiten calor por rayos infrarrojos y calientan directamente el objeto, más que la zona de estar.
También tienen la ventaja de que son muy limpios y respetuosos con el medioambiente, ya que no generan residuos de ningún tipo. Los encontrarás para instalar en la pared, en el techo o de pie, y con ellos podrás caldear desde 7 metros cuadrados hasta 15 metros.
Hay otras opciones para caldear espacios más grandes como garajes o sótanos. Se trata de calefactores portátiles que se enchufan a la red eléctrica y que no emiten gases. Además, están protegidos contra el polvo y el agua. Su principal inconveniente es su elevado consumo energético, aunque estas soluciones son más adecuadas para espacios de tipo industrial.
Elige la opción que más se adapte a tus necesidades y sigue pasando buenos momentos al aire libre también en otoño.
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