Cuando la mente comprende profundamente, interiormente, que crea el desorden, de esta intuición, de este conocimiento, de esta observación surge espontáneamente el orden.
No se trata de trazar un modelo predeterminado de orden, una idea en la que todos hemos sido educados, un modelo ofrecido por las religiones o las culturas sobre qué es orden o qué debería ser. La mente ha intentado adecuarse a un nuevo orden que puede ser cultural, legal o religioso. Ha tratado de acomodarse a modelos establecidos de la sociedad, la política y la educación. Para mí, esto no es orden, porque implica conformismo y donde hay conformismo hay desorden. Donde hay desacuerdo, competición, comparación con los otros, hay desorden…. El desorden en las relaciones revela que no hay amor y este desorden es, al fin y al cabo, conformismo…. La mente que ha visto la enormidad del desorden alcanza un orden que es virtud y, por tanto, amor.
Es cosa nuestra poner esto en práctica en la vida. Si no vivimos así seremos siempre infelices, esclavos del desorden social, y nos sentiremos arrastrados por la corriente. Sólo quien abandona esta corriente sabe qué es el amor, y qué es el orden.
J.Krishnamurti, Sobre el amor y la soledad
Via : PX