En esta ocasión, queremos centrarnos en la cocina. La vivienda se encontraba en un estado lamentable y el alicatado y muebles de la cocina parecían sacados de un capítulo de Cuéntame.
La distribución de la cocina, en forma de L y con dos puertas de acceso, no resultaba para nada funcional y los 8 metros cuadrados de superficie se encontraban desaprovechados.
Por este motivo, la primera decisión que tomamos fue derribar los tabiques.
Nos encantan las cocinas abiertas: aprovechan cada centímetro del espacio y permiten la comunicación con el resto de las personas que se encuentren en el salón comedor.
Además, resultaba imprescindible crear un espacio para un armario ropero en la entrada, lo que condicionaba en parte el diseño general.
Con estas premisas en mente, empezamos a planear la cocina y a realizar un boceto tras otro en busca de la configuración ideal.
Finalmente, dimos con la solución: este diseño intenta maximizar el espacio de almacenaje tanto en el vestíbulo como en la propia cocina.
Con la eliminación de los tabiques, se simplifica el diseño dejando un espacio abierto con la única salvedad del tabique que separa el vestíbulo de la cocina.
Este tabique cumple una doble función: oculta visualmente la cocina desde la entrada de la vivienda y permite la colocación elementos de almacenaje en ambos lados.
Se diseñó con las medidas exactas del armario PAX de IKEA, como solución low cost frente a los armarios a medida (y mucho más versátil).
Se reduce un metro la superficie de la cocina, sin embargo, con la nueva disposición gana en funcionalidad y capacidad.
El comedor se integra en la cocina a la vez que realiza la transición desde ésta hacia la zona de relax del salón comedor.
Y con el diseño ya en la cabeza, nos pusimos manos a la obra.
No nos extenderemos sobre el proceso de la reforma en si mismo: las imágenes hablan por sí solas; pero sí os diremos que durante un tiempo aquello pareció el escenario de una batalla campal.
Por supuesto, las instalaciones y la electricidad estaban de origen por lo que hubo que reemplazarlas por completo.
El proyecto de iluminación corrió a cargo de Daniel Rodríguez, de D-Luz, quien nos asesoró y nos mostró las mejores soluciones de iluminación para la reforma.
Y por fin, la luz al final del túnel ¿Queréis ver el resultado? El próximo día, en Mariposas Blancas.
¡Feliz Lunes!
Fotografía: Mariposas Blancas