con unas vistas impresionantes al fiordo,
han sacado el máximo partido a esta pequeña habitación contigua a la terraza.
Lo que comenzó siendo una simple protección contra el viento
se ha convertido en un confortable refugio de montaña.
La madera, fibras naturales, cojines, la combinación de colores neutros,
la chimenea y en general los cuidados detalles,
hacen de esta estancia un rincón agradable donde disfrutar del maravilloso paisaje.
vía klikk.no
¿Quién no querría un resguardo así?
BSS