Situado junto al Puerto de Mousehole, en uno de los puntos más al Sur de Inglaterra, se encuentra esta casa de vacaciones, que destila una elegancia etérea. Una decoración atemporal, marcada por suaves tonos grises, piezas vintage, y un delicado aire rústico que flota en el ambiente.
En el salón, a los cómodos sofás se unen puffs situados en puntos estratégicos, y sendos bancos junto a las ventanas instalados en el alfeizar, detalles que se identifican con el descanso, punto esencial en una casa de vacaciones. Las vigas de madera pintada de blanco, los tonos escogidos y sobre todo, esas grandes ventanas, convierten el salón en un espacio amplio, luminoso y por encima de todo, acogedor.
Las vistas al mar inspiran que en el salón se hayan decantado por darle ciertos toques marineros muy sutiles, como el barco de vela situado en uno de los muebles bajos gemelos, las piedras de la mesilla de centro y las conchas encontradas en el mar guardadas en botes de cristal.
La cocina es de excepción, tal vez uno de los lugares de la casa donde más se respira el acento vintage. Los muebles, la vitrina, el banco decapado junto a la gran mesa realizada a partir de grandes tablones de madera crean una atmósfera que nos transporta al ayer.
Los dormitorios y el baño siguen la tendencia vintage que se respira en toda la casa. Muebles reciclados con aspecto rústico, como el del baño, consiguen que cada uno de los espacios tenga una irresistible atmósfera romántica y entrañable.
Fuente: Unique Home Stays, publicado con permiso de Desire to inspire
Fotografía: Paul Massey