Y es que llega la navidad, y como por inercia, nos ponemos a montar una serie de cosas, llámales decoraciones navideñas, sin ton ni son. Árboles cargados de bolas de colores, con grandes iluminaciones que parpadean de forma desordenada. Un Papa Noel que cuelga de alguna parte, paquetes de regalos fantasmas, embueltos con papeles brillantes. Dorados y plateados combinados al azar, una ramita de muérdago por aquí, o un belén despampanante en nuestro recibidor.
Sí, hemos conseguido un perfecto ambiente navideño, lleno de luz y de color, que volverá locos a los más pequeños de la casa, o a nuestras mascotas. Pero habremos perdido un pedazito de lo que es nuestro espacio, nuestro hogar. Nuestra personalidad.
Por eso en nuestros anteriores posts, y hoy, os mostraremos ejemplos de una decoración mucho más sutil, en armonía con el conjunto de nuestra casa, y no por ello menos navideña. Si no, juzguen ustedes mismos, y ya me dirán si no se respira también de navidad en las siguientes composiciones.
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A veces es tan simple como poner un sencillo árbol o rama, no hace falta que sea un abeto, decorado con ligeros adornos como corazones, estrellas o piñas de colores suaves. Un macetero de mimbre o un cubo de zinc son ideales para dar un acabado suave y natural. Como en otras ocasiones, os recomendamos este lugar donde los podréis encontrar.
Y los pequeños detalles, sin cosas despampanantes, que se pueden conseguir con un poco de verde, unas velas sencillas y algún detalle como unas piñas. Si no, miren.
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Para el belén, podemos escapar de las complejas composiciones típicas llenas de caos. Unas casas de estilo nórdico con un toque de luz, también forman un precioso rincón.
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Entonces que, ¿no te resultan navideños estos espacios? ¡Aceptamos más propuestas!
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