La belleza y la serenidad del estilo nórdico encaja a la perfección con el rústico más depurado. Incorporando un toque escandinavo a un ambiente rústico, ganarás en luminosidad y te ayudará a actualizar el espacio de manera muy sencilla. Pero si, por el contrario, partes de un ambiente de estilo nórdico, con ciertos toques rústicos,conseguirás aportarle mucha calidez.
La clave de esta vivienda es el reciclaje y la restauración. En este interior se ha respetado la estructura original, recuperando las antiguas vigas, sacando el suelo a la vista y conservando las paredes. Se han sustituido las tonalidades más oscuras, propias de los ambientes rústicos, por colores claros y luminosos para potenciar la luz natural de cada estancia. La sencillez del estilo nórdico puede reflejarse también en elementos de estilo rústico. Sólo con aplicar una capa de pintura a esas piezas tan características, como la mesa y las sillas de comedor de madera de pino, para añadir la calidez y singularidad que estabas buscando. Toda esta vivienda es un reflejo de ello. La cocina es uno de mis espacios preferidos. Se trata de usar el contraste para ganar en armonía.
Después de ver esta casa, ¿A tí te gusta mezclar estos dos estilos?
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