Aunque está a dos manzanas de casa de mi hermana, hasta hace unos días no
encontré el momento para pasarme con la cámara y compartir con vosotros esta
encantadora floristería/tetería madrileña: Salón de Fleurs.
Con una fachada que nos evoca el Londres más auténtico, el espacio ha sido
decorado con un gusto exquisito sobre una base con estructura industrial
(tubos de aire aconcicionado a la vista, grandes ventanales de cuarterones,
columnas, escalera y barandilla en metal gris oscuro), a la que se ha añadido
solado y recubrimientos en madera con acabado en blanco roto decapé
consiguiendo calidez y elegancia.
Los muebles de estilo francés dan un toque femenino que se acentúa con las
flores y plantas que inundan todo el espacio y consiguen un ambiente fresco y
acogedor. Creo que podría vivir perfectamente en un lugar así, lleno de
inspiración y una luz maravillosa para fotografiar.
La carta se limita a tés de muchas variedades, infusiones, café, galletas y tartas
de temporada que parecen saber mucho mejor en un entorno tan bonito.
Las tartas de zanahoria y red velvet son mis preferidas.
Cuenta únicamente con siete pequeños espacios para sentarse tranquilamente,
por lo que no siempre es fácil encontrar sitio.
Además de floristería y salón de té, es una tienda de lindos objetos
sobre todo relacionados con las plantas y la decoración de mesas.
Para el espacio de la tienda se ha habilitado un mezzanine o piso
intermedio tipo balcón que se abre al tearoom y al que se
accede por la escalera de caracol.
En la planta sótano se encuentra el taller donde crear ramos, arreglos florales o
paneles tipo jardín vertical colgante como los que se encuentran por el salón e
incluso en el aseo.
Un espacio de cuento que si visitáis no os dejará indiferentes.