Japón es un país al que debo una segunda oportunidad. Últimamente he de reconocer que me fascinan muchas de las cosas que llegan desde ese país, la mayoría relacionadas con la artesanía y las tradiciones. Recientemente descubrí los jardines colgantes de Kokedama, algo que tengo en mente llevar a cabo después de mudarme, y ya desde hace algún tiempo estoy entusiasmada con la técnica japonesa del Shibori para teñir y decorar telas. Algo que tampoco está pasando por alto el mundo de la decoración, ya que además de en tejidos, esta técnica se está imponiendo en muchos diseños de papeles pintados.
El origen del Shibori se remonta a la antigua China, en el siglo VI, y parece ser que también en la India se llevaba a acabo esta técnica. Es un siglo más tarde cuando se introduce en Japón, país en el que ha perdurado hasta la actualidad. El significado de Shibori es ‘teñido con bloqueo’ ya que precisamente lo que se hace es evitar que parte de la tela sea coloreada mediante nudos, cuerdas, u otros sistemas, y además se hace de manera muchas veces aleatoria, consiguiendo unos resultados sorprendentes.
Imágenes: Shibori (1· 2) – Honestly WTF (3 · 4) – Kinfolk (5) - Orishibori (6) – For The Makers (7) – Etsy (8) – Anthropology (9)
La paleta de colores que se puede usar es ilimitada y a gusto del consumidor, a pesar de que en mi caso me decanto claramente por las tonalidades de azul, y más concretamente, por el índigo. Si os gusta esta técnica os recomiendo, por un lado, que echéis un vistazo a la colección de papeles pintados de la firma australiana Shibori, que tiene una variedad de colores maravillosa. Además, os animo a que os atreváis a hacerlo en casa (es necesario disponer de un buen patio) y para ello podéis seguir el paso a paso en el blog Honestly WTF.