Lo que se ve a simple vista es su elegancia, bajo capas y capas de esmalte y preparación se ve un marcado estilo danés, quizás una variación de las sillas A-frame de Edward Wormley para Dunbar (derecha), pero también tienen mucho de la compass dinning chair del diseñador Kai Kristiansen (Izquierda)
Hemos encontrado también una versión más moderna en Mobile Milano 2013, Mathilda, de la diseñadora española Patricia Urquiola que podemos ver a la derecha. Nuestra silla, que aparece a la izquierda, tiene el respaldo más ancho, brazo más alargado y asiento ligeramente más bajo. Casi con certeza está hecha en España en los años 60, por la marca del tapizado original.
Pero qué caracteriza a este estilo de mueble retro tan especial de los años 60:
Nuestras sillas cumplen todas estas características. Nos ha llevado varios meses, por el trabajo manual de limpieza que han requerido y también por la elección de la tela, pero ha merecido la pena, de eso no hay duda. Tras retirar varias capas de esmalte reforzamos las uniones de la estructura con cola y gatos de apriete, protegemos siempre la estructura con camones
El tapizado estaba destrozado, y la elección de la tela supuso meses de búsqueda hasta dar con la trama y color adecuados a la idea que teníamos en la cabeza. Recuerdo que estábamos en el taller Alfredo Arias y yo trabajando en ellas cuando llegó Oliver con una tela lisa color teja sin mucha personalidad. Nos miramos todos y el mismo Oliver dijo.. “ya.. que no os gusta, busco otra que vaya fetén” y nos dio la risa porque eso era exactamente lo que pensábamos. Mientras llegaba la tela “feten” retiramos el tapizado anterior hasta la última cincha de neumático y grapas, en su lugar pusimos una cincha natural de yute.
Tras la limpieza, que en la mayoría de los casos tuvimos que terminar a bisturí, y encolado de los travesaños, tenemos la madera lista para teñir. Es bonita hasta desnuda!
Decidimos dar sólamente una aguada en un tono entre nogal y castaño, en parte para disimular ciertos defectos pero también por la tela “fetén” que por fin llegó.
Una vez cinchado, colocamos las espumas nuevas en asiento y respaldo como hemos explicado en otras ocasiones. En esta ocasión, como nos queda tela aprovechamos y ponemos la tapilla trasera de la misma tela que el asiento.
El sistema de fijación del respaldo a la estructura se basa en esta pequeña pieza de metacrilato con rosca, ensamblada entre las dos piezas de laminado del respaldo y que queda totalmente oculta en el tapizado.
Tras forrar la estructura curva de madera con espuma de 1cm y con las plantillas del anterior tapizado sacamos las piezas delantera y trasera. Presentamos siempre antes con husones para ver el resultado final. Parece que ahora es ella la que está en la peluquería ¿verdad?
Y solo nos queda atornillas las piezas al respaldo y asiento. Otro bonito detalle constructivo al estar embutidos en la madera y quedar ocultas las cabezas para que sólo destaque lo que importa.
Recordamos estas preciosas palabras del maestro Alvar Aalto, que resume a la perfección el diseño escandinavo de los años 50: “Solo hay una forma válida de construir de un modo natural. no hagáis nada rebuscado, nada innecesario. Todo lo que es superfluo se vuelve feo con el tiempo”.
La semana que viene os enseñaremos otro cambio radical, una cómoda muy coqueta que pareciera hemos traído de la misma Toscana, pero eso.. es otra historia.
La entrada Sillas estilo escandinavo aparece primero en Restaura y Recupera.