¡Qué sabia es aquella frase de que “menos es mas”! Y es que cuando nos damos cuenta de que en realidad no necesitamos tanto, podemos llegar a ser mucho más felices, seleccionar un pequeña cantidad de elementos con los que realmente nos sintamos cómodos y a gusto, que nos identifiquen y con los que nos sintamos identificados; una tarea que nadie dijo que fuera fácil, pero sin duda cuyo premio final merece la pena.
Si hay algo que literalmente adoro en una vivienda es tener una repisa en la ventana; un elemento aparentemente sencillo pero que ofrece infinidad de posibilidades decorativas, ya sea un pequeño refugio donde observar el exterior con una almohada mullida, o bien una pequeña exposición de bellos objetos, hasta una perfecta zona de almacenaje para libros.
Detalles perfectos, seleccionados con gusto al mas mínimo detalle y que poseen esa funcionalidad tan necesaria en pequeños espacios, son los que hacen que este miniapartamento posea todo lo necesario para tener una vida ordenada y relajada.
Cuadros, muchos cuadros, imágenes llenas de belleza e inspiración que visten las paredes y libros llenos de páginas que guardan todo aquello que nos invita a transportarnos a ese lugar en el que nos sentimos libres.
Un poquito de todo, pero en pequeñas dosis, para no empalagarnos, así es un poco como definiría yo este apartamento. Pequeñas molduras, pequeñas zonas de alicatado, pequeños detalles…
Si bien es cierto que siempre puede resultar algo mas incómodo, vivir en un espacio reducido, y una vez que por las causas que sea nos vemos obligados a hacerlo, ¿por qué no hacerlo con estilo? Esta es una vivienda fantástica para inspirar a todos aquellos usuarios de pequeñas viviendas, o pisos compartidos.
Un pequeño recibidor que permitiéndose el lujo de vestirse de negro, precede a la casi diminuta vivienda que hoy hemos recorrido. Está claro que en decoración las opciones son infinitas, y por lo tanto ¡los resultados también!
Via: Fantasticfrank
Cristina Sánchez es diseñadora de interiores, mamá de una niña y coautora, junto a Bego, del blog “All Your Sites“. Gracias a ella descubrimos una forma nueva de disfrutar de los espacios que habitamos a través del Slow Deco.