Los materiales que necesitamos son los siguientes:
Cinta de pintor
Spray de color blanco (uno de los colores elegidos para los archivadores que sirven de tutorial para este DIY, ¡pero vosotros podéis elegir los colores que queráis!)
Cinta de artista (muy útil porque pega en papel, tela, película...etc.)
Pinzas (valen unas pinzas de depilar que tengáis por casa)
Papel de embalar
Papel de adhesivo en el que dibujaremos las letras
Pintura de spray de color (en este caso color turquesa)
Tornillos
Archivador de plástico transparente para la pared
PASO 1:
Lo primero que tenéis que hacer es decidir qué vais a meter en el/los archivadores que vayáis a hacer para decidir qué nombre poner en cada uno. Una vez lo tengáis decidido, medid más o menos el tamaño que queréis que tenga la palabra (esto dependerá de la longitud de la palabra y del tamaño del archivador) a continuación, dibujad y recortad las letras de la palabra que hayáis decidido en el papel adhesivo y pegarlas en el archivador.
PASO 2:
Crear una línea con la cinta de artista en diagonal sobre el archivador. No le temáis a pasar por encima de las letras, esto es incluso mejor, así le dais más dinamismo al archivador y un toque muy guay y original. Aunque, si no os gusta este tipo de patrón presentado en el tutorial, podéis hacerlo como queráis, aquí la creatividad y la imaginación juegan un papel totalmente libre.
PASO 3:El siguiente paso a seguir sería cubrir una de las partes del archivador con el papel de embalar y usar un trozo de cinta de pintor para fijar el papel de embalar al archivador. La idea es que solo una de las partes quede expuesta para pintarlas del color que queráis. Una vez esté dicha parte bien cubierta ¡llega la hora de pintar! coge el spray y rocíalo por la parte del archivador que queda al descubierto. Ahora, espera a que se seque antes de retirar la cinta y el papel de embalar y repite el proceso para la otra mitad.
PASO 4:Retirad las letras usando las pinzas (las usamos para evitar posibles rasguños en la pintura si las intentamos quitar con las uñas). Y ¡listo! ya solo quedarían fijar el archivador en la pared y admirar el buen trabajo que habéis hecho! :P
¡Y ya tenemos nuestros archivadores personalizados para nuestra oficina! Perfecta solución para ordenar nuestros documentos y que nuestra mesa de trabajo sea un poco menos caos. Además, indicando en cada archivador el nombre de lo que colocamos dentro será mucho más fácil localizar los papeles. Aprovecha además para darle un toque de color a tu espacio de trabajo combinando distintos colores en los archivadores.
Espero que os haya gustado tanto como a mi el DIY que os enseño hoy y que os atreváis con ello y le deis un toque más personal y organizador a vuestro espacio de trabajo :) Cualquier cosa que queráis/necesitéis ¡ya sabéis donde encontrarnos! Feliz Miércoles.
Un abrazo.
Fuente: Emily Henderson