No es que antes no hubiésemos encontrado ninguna, sino que las que encontrábamos o eran un desastre, o no se adaptaban a lo que necesitábamos o estaban por encima de nuestras posibilidades. Hasta que en una de mis búsquedas rutinarias en portales de anuncios encontré recién publicada la que parecía la finca de nuestros sueños y esa misma tarde fuimos a verla. Al día siguiente con nuestros padres. Y al siguiente reservada. No nos lo podíamos creer, aún ahora se nos hace raro que realmente sea nuestra, aunque solo hace un par de semanas que firmamos en el notario.
Ahora toca la mejor y peor parte: arreglarlo todo!!!
Por fuera, a los lados y delante de la casa tenemos unos 3000m2 de terreno de cultivo y de ocio, repartidos en bancales y totalmente abandonados. Montañas de pinaza, malas hierbas, los caminos y escaleras invadidos por plantas que han crecido como si fuera la jungla, los almendros y frutales descuidados... Y por detrás de la casa tenemos unos 6000m2 de bosque a los que ni siquiera hemos subido aún!
Dentro de la casa vamos a pasar toda la instalación eléctrica y fontanería por dentro de las paredes. Ahora está fuera porque todo se instaló después de construir la casa, puesto que la luz es de paneles solares y para el agua se construyó un aljibe posteriormente. También vamos a arreglar el baño, abrir una nueva puerta de acceso a una habitación y quitar unas humedades. Revocos nuevos, pintar y decorar.
Además reconstruiremos la barbacoa y arreglaremos la balsa para poder pegarnos unas buenas fiestas en familia y con los amigos.
Como veis trabajo no nos falta, pero estamos tan ilusionados que en el poco tiempo que llevamos no hemos parado, ya ni siquiera parece la misma finca que compramos!
Y bueno, me dejo ya de tanto rollo que seguro que lo que tenéis ganas de ver son fotos! Aquí van!