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Con el paso del tiempo, todos vamos creciendo, pasamos de niños a adolescentes y de adolescentes a adultos casi sin darnos cuenta, pero lo que si es cierto es que todos, absolutamente todos, guardamos a aquel niño dentro.
Algunos tendemos más a sacar ese niño al exterior y otros no tanto, pero esa infancia y esas ganas de divertirnos siempre perduran en nosotros, por eso, cada vez que veo un tepee me aparece una gran sonrisa y es que me devuelven a aquellos tiempos en que no teníamos ninguna preocupación más que divertirnos y que no llegara nunca la hora de acostarnos.
Buscando por la red, he encontrado un montón de ellos y como bien os digo en el título tanto para niños como para no tan niños y es que, aunque normalmente tienden a usarse a modo de juego, estos también los podemos construir en el jardín a modo de "terraza" para tomar algo o simplemente descansar en ellos.
Y al igual que cuando un niño pequeño te pasa el teléfono de juguete y tienes que atender la llamada tengas la edad que tengas... cuando ves un tepee hay que meterse dentro y jugar un ratito con ellos.
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Yo nunca tuve la oportunidad de tener uno, pero si que es cierto que si nunca llego a tener una casa con un pedazo de jardín enorme, voy a montarme uno porque si, me gustan y creo que me lo pasaría en grande dentro!!
Y vosotras,
¿Sóis de las que también dormiría dentro de un tepee en plena naturaleza?
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Fuente: este post proviene de Alquimia, donde puedes consultar el contenido original.
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