El año pasado, justo por estas fechas, estábamos sumergidos en el proyecto de la terraza ático en Valdemarín.
Hoy, 27 de marzo de 2020 estamos todos encerrados en casa por la pandemia del COVID 19 y echando de menos nuestra rutina y el contacto con las personas. Esta vivencia que nos ha tocado protagonizar, se merece otro artículo pero no, no será hoy.
Hoy prefiero hablar de trabajo, terrazas, plantas, primavera y la ilusión por tener una casa bonita para disfrutar siempre de ella!, no solo ahora cuando nos vemos obligados a quedarnos en ella.
Creo que empecé a hablar de este proyecto con los clientes a finales de febrero, de sus expectativas y necesidades para esta terraza-ático. A parte de paisajismo, plantas y mobiliario, este proyecto implicaba también cierta parte de reforma. La vivienda ya la conoces pero si no es así ( aquí ) tienes los artículos anteriores para ponerte al día.
Era una vivienda nueva, pero al igual que en el interior hicimos muchas cosas antes de decorarla, en la terraza tuvimos que hacer lo mismo.
Al tratarse de un piso nuevo, supuestamente debía contar unas preinstalaciones, como por ejemplo un hueco semi acondicionado para comunicar la terraza con la cocina para instalar un montacargas que resultó ser simplemente eso, un hueco sin preinstalación de nada y oculto.
Entre las necesidades de mis clientes estaban una barra de bar con fregadero, nevera y muebles, un aseo, una fuente, riego automático, iluminación, jardinería y por supuesto un montaplatos.
El acceso a la terraza se hace mediante una escalera de “caracol” por lo que, efectivamente, el montaplatos iba a resultar una pieza muy útil.
Como siempre las peticiones de mis clientes son ordenes jeje y antes de empezar con la obra me puse a buscar profesionales para realizar todos los trabajos.
Una vez que está todo pensado, presupuestado y dibujado, se lo presento a los clientes para que, una vez me den su aprobación, ponerlo todo en marcha.
A finales de marzo empezamos todos a trabajar, cada uno en lo suyo y coordinados en el tiempo para que no se pisaran los unos a los otros, todos a la vez habría sido inviable jejeje.
Primero los chicos empezaron la construcción de la barra, abriendo el hueco del montaplatos y preparando el futuro aseo.
Después los electricistas sacando los puntos de luz y los interruptores.
Dejamos paso a la empresa que se iba a encargar de instalar la pérgola bioclimática y el acristalamiento perimetral.
Una vez terminado, trajeron e instalaron la fuente, pusimos el mobiliario y nos encargamos de la jardinería.
Ahora mismo solo puedo pensar en lo bueno, en lo bonita que ha quedado la terraza y toda la casa en general. Y que en estos momentos, cuando no podemos salir a la calle, es un verdadero paraíso y una suerte inmensa tener una casa con una terraza.
Nunca me cansaré de decir que la mejor inversión son nuestras casas, para poder disfrutar de ellas siempre!.