Tras descubrir la chalk paint y probarla en trabajos más pequeños, me decidí a iniciar la transformación de los muebles de mi dormitorio. Empecé por la mesilla de noche que os comentaba antes y dado que el resultado fue bastante bueno he continuado con el resto. Primero hice la segunda mesilla y a continuación el cabecero, aún estoy terminando el tocador, que ese lleva un poco más de trabajo.
Así que hoy os presento el resultado final del cabecero transformado con una chalk paint de color blanco tiza Rust-Oleum de la marca Xylazel, que la verdad es que me gusta mucho porque cubre bastante y es muy fácil de aplicar y para el acabado final del mueble la cera incolora de la misma marca.
Os recuerdo los pasos a seguir para darle un aspecto totalmente nuevo a cualquier mueble que queráis transformar.
1.- Los materiales: Elegir una buena pintura a la tiza. Las hay de muy diversas marcas en el mercado y todas muy buenas, sólo es cuestión de ir probando hasta dar con la que más os guste Una brocha de cerdas muy suaves para evitar que la pintura deje marcas al aplicarla. Una lija y cera incolora.
2.- Normalmente la chalk paint permite su aplicación directa sobre la superficie. En mi caso simplemente limpié muy bien el mueble antes de iniciar el trabajo para eliminar cualquier resto de polvo. Aquí está el cabecero en su estado original.
3.- Una vez que tenemos el mueble bien limpio podemos empezar a pintar. En el caso de este cabecero apliqué tres capas de pintura lijando suavemente entre cada mano después de dejarla secar según las instrucciones y recomendación de la marca, unas cuatro horas. El número de capas de pintura va a depender del estado y color original del mueble y del acabado que queráis conseguir. A continuación os muestro cómo se va transformando el cabecero tras la aplicación de cada una de las manos de pintura.
Primera capa de pintura.
Segunda capa de pintura.
Tercera y última capa de pintura.
Y una vez que la última capa de pintura está bien seca podemos proceder a aplicar la cera incolora, en este caso tres manos también, dejando secar unos 30 minutos entre cada una de ellas y eliminando los restos de cera con un paño de algodón que también deberemos frotar en círculos por todo el mueble con el objetivo de protegerlo frente a golpes y roces.
Y eso es todo. Creo que el resultado es bastante satisfactorio y, sobre todo, ahora tengo una habitación mucho más luminosa y alegre.
Os dejo con el resultado final.