Cuando mezclas París, el estilo Haussmann de sus edificios, con cientos de objetos decorativos actuales, antigüedades, objetos vintage, mobiliario clásico con muebles reciclados... aparece este maravilloso apartamento.
Ya sabéis que me encanta que los objetos tengan algo que contar: "Tengo muchísimos años", "antes era un palet de obra", "me han reciclado para convertirme en un jarrón", "pertenezco a tu familia", "vengo de un país lejano"...
Y en esta casa hay muchísimo de eso, los objetos cuentan y cuentan mucho. Su dueña es aficionada a las antigüedades y mercados de pulgas parisinos y los objetos se suceden por todo la casa, uno tras otro. Sin embargo no existe sensación de agobio en el apartamento, los grandes ventanales, techos altos y las paredes en un absoluto blanco inundan de luz el espacio. La elección de textiles en tonos claros, el verde de las flores y ramas repartidas por jarrones refrescan el ambiente y lo hacen más ligero.
Y a orillas del Sena... ¿alguien da más?
Vía. Milk Dorecation