Lo tenía inacabado, el colgador marinero para lucir en mi vergel, así que hoy me pongo manos a ello y lo termino. Me coloco en mi rincón de trabajo jardinero en la planta de arriba, mucho más fresquita con el ventanal abierto de par en par...
Disperso sobre la mesa de madera todo lo necesario para elaborar ese colgador veraniego...
Un gran pez azul de madera, un decapado corazón...
Varias conchas, caracolas y cuerda rústica que nunca falta entre mis tesoros...
Primero enlazo el pez azul y el corazón...
Después rescato una caracola cogida en las maravillosas playas del Algarbe y la uno a una cuerda gracias a un pequeño agujero que tiene...
Y de nuevo la vuelvo a entrelazar con los demás complementos...
Eso si, a diferentes alturas para que todo pueda verse a la perfección...
Por último ato a otra de las cuerdas un pez hecho de cañas, era una pinza de la ropa que se me rompió en su día pero que yo guardo ante la posibilidad de darle nuevos usos como el de hoy...
Ya todo esta entrelazado y solo me queda anudarlo con paciencia...
Colgador elaborado chicas. Os lo muestro colgando del toallero marinero del cuarto de baño de Celia...
Ahí queda genial con tanto azul a su alrededor...
Tantas conchas recogidas en viajes y tantos barquitos comprados en pueblos marineros...
Siempre puedo añadirle pequeñas conchas, pero me resulta imposible porque la mayoría no tienen agujero por donde pasar la cuerda. Búsqueda pendiente este verano por las playas, a la caza de conchas con agujero...
Y ahora solo me queda llevármelo del interior de mi hogar...
Al soleado exterior...
Su sitio sin dudarlo es el gran sillón del cenador...
En una de sus esquinas...
Dando un guiño de espacio playero a mi vergel...
Verlo ahí me hace recordar al maravilloso mar que no tengo tan lejos, ese mar que he disfrutado desde que era niña como un privilegio que solo las que contamos con él podemos entender...
Caracolas...
Corazones, peces y conchas...
Todo vale para realizar un sencillo colgador para nuestras terrazas. Basta con mirar dentro de cajones y estanterías, seguro que encontráis montones de cositas para poder realizarlo. Y sino, este fin de semana en vuestras escapadas playeras os podéis dedicar a caminar por la orilla recolectando piedrecitas, conchas y caracolas...
Yo ya tengo el mío y orgullosa estoy de poder decir a todos que lo realicé con mis propias manos, reciclando cositas olvidadas...
Uauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu preciosas, nuevamente 40º sofocantes. Yo hoy más fresquita imposible. Descalza con los pies en la madera, moño alto y ropa super ligera...
Nuevamente reagrupo mis plantas a la sombra, lo necesitan sin dudarlo...
Y las que no puedo desplazar como el gran pino, tendrán que esperar al anochecer para recibir su dosis de agua, pulverización y buena sombra...
Como desearía vergelianas que lloviera aunque solo sea por unas horas, hace meses que estamos de sequía y ya va tocando alguna que otra llovizna veraniega...
Gracias a todas aquellas que entráis a diario para comentar mis entradas. Aunque no pueda responderos a todas, sabed que me hacéis sentir de maravilla. Patricia Reyes me decía ayer que es tan importante esta ventana nuestra que es tema de conversaciones con los suyos a diario. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii y yo felicísima hasta el infinito...¿Sabéis qué?...
Gracias por estar ahí, hasta mañana y feliz tarde de miércoles...