Os estaréis preguntando qué hace una fotografía de Javier escuchando
música para introducir este post dedicado a la ciudad Noruega de Bergen.
La explicación está en la pulsera blanca: hace dos fines de semana Javier
acudía al concierto de Kygo, un DJ y productor noruego de veinticuatro
años que lidera las listas de éxitos musicales en todo el mundo.
Resulta curioso que hasta hace poco tiempo era yo quien iba descubriendo a mi
hijo música y artistas y ahora es él quien me pone al día del panorama musical,
lo que agradezco porque de algún modo había quedado estancada en la música
de los ochenta/noventa y apenas encontraba valor en la música actual salvo
honrosas excepciones.
Javier ha ido puliendo sus gustos musicales de manera que he pasado del
"Javier, podrías bajar esa música o poner otra" a "qué buena, ¿no?, ¡súbela!".
Y Kygo es uno de los músicos que Javier me ha hecho descubrir y que me gustan.
Al volver del concierto de Kygo, Javi me dijo que había nacido en Bergen y
ésto me hizo recordar que aún tengo por compartir algunos de los lugares de
nuestro viaje a Noruega del verano pasado, entre ellos la ciudad de Bergen.
Junto con Tromsø, fue la única ciudad noruega que visitamos, el resto de los
destinos fueron pequeñas y encantadoras poblaciones o espacios naturales.
Desde el puerto (recordad que llegamos en barco) hay un corto paseo hasta
la ciudad y el castillo de Bergenhus es la primera construcción con que nos
topamos: una de las fortalezas noruegas más antiguas (Siglo XIII) y mejor
conservadas.
Está rodeada de cuidados jardines que en el fresco agosto escandinavo
lucían en todo su esplendor.
Siguiendo el paseo hasta el centro de Bergen se hace patente el carácter
urbano de esta población que es la segunda ciudad más grande de Noruega
después de Oslo.
Enseguida llegamos al barrio de Bryggen, el más antiguo de la ciudad, con
calles y casas de madera, fachadas torcidas y pintadas en diferentes colores
que recuerdan la arquitectura de las ciudades portuarias del norte de Alemania
donde se estableció la Liga Hanseática, federación de comerciantes alemanes
que controló muchas ciudades del Báltico y zonas próximas, entre ellas Bergen
donde crearon y ocuparon este pequeño casco antiguo declarado Patrimonio de
la Humanidad al ser el único que se conserva.
En la actualidad está ocupado por tiendas y por turistas, muchos turistas.
Hicimos aquí algunas compras y después seguimos visitando el resto de la
ciudad.
Pensamos tomar el funicular para subir al monte Fløyen donde aseguran
unas vistas impresionantes de la ciudad y toda la zona portuaria, pero ya
veis el comienzo de la fila para cogerlo: cambiamos de idea y nos fuimos a
descubrir la ciudad por nuestra cuenta.
Límpia y cuidadísima ciudad como todos los lugares que visitamos en Noruega.
Tras dar una vuelta por el centro moderno y tomar un tentenpié en los puestos
del mercado de pescado, nos adentramos en un barrio residencial con preciosas
casas de madera cuyos interiores imaginé y hasta decoré mentalmente ;-)
A cuál más linda, ¿verdad?
Y terminamos este paseo por Bergen de la misma manera que lo empezamos,
con música.
Uno de los vídeos de Kygo para comenzar bien la semana.