Cuando se parte de una buena base, un presupuesto ajustado puede dar mucho de sí. Es el caso de este hogar que te mostramos hoy, donde se realizó una actualización de las estancias para optimizar al máximo el dinero disponible.
La apuesta por los espacios abiertos, permite que la luz natural ilumine de forma generosa todo el ambiente, aunque también es verdad que en este caso cuentan con bastantes ventanas al exterior. Las paredes de ladrillo visto pintadas en blanco, aportan ese toque industrial pero acogedor tan característico de las casas Neoyorquinas. Y los techos altos, son un plus para conseguir una percepción de que los espacios son más grandes. Con estos tres relevantes ingredientes como base, el resultado no podía decepcionar.
Mix de estilo
En la cocina, se apuesta por madera tratada para el almacenaje y as encimeras. No es despreciable el detalle del marmol de Carrara que enmarca el fregadero. En el comedor, mesa y sillas en negro para contrastar con el lienzo blanco formado por las paredes de todo el espacio, ¡todo un acierto!
Inspiración comedor: (1) Mesa Nature, (2) Sillas Siebe
Quien no arriesga, no gana
No falta el color en ninguna de las estancias, desde el sofá a juego con la alfombra en tonos azules, el baño con una gama cromática de azules también como protagonistas o el dormitorio infantil con todo un frontal pintado en rojo intenso. Y es verdad eso que dicen de que “Quien no arriesga, no gana”, lejos de caer en el estándar de un hogar insulso o falto de carácter o empachado de piezas neutras, esta casa en Brooklyn se ha ganado un hueco en nuestra lista de inspiración.
Inspiración dormitorio infantil: (3) Lámpara Circus, (4) Cuadro Arusti Katt
Imágenes vía: Dwell / Photo: Matthew Williams