Hoy os traigo un apartamento muy, muy, muy pequeñito que seguro que adivináis rápido porque se ha convertido en uno de mis preferidos.
Por su forma, podría ser el bajo de una casa convertido en apartamento de alquiler, o en espacio para los invitados (o los hijos), etc. Sin embargo, gracias a su cuidada decoración, bien se podría tratar de una primera vivienda.
No conozco a su diseñador, Anton Grishin, pero creo que nos caeríamos muy bien :D
Ha conseguido combinar a la perfección el color blanco con la madera en prácticamente todo el mobiliario. Pero además, ha elegido un precioso sofá cama aguamarina y ha añadido toques de color en amarillo. No podía haberlo hecho mejor!
Os enseño las fotos y lo vamos comentando!
En esta foto se aprecia lo bien que han aprovechado la altura de los techos. Está claro que en un apartamento tan pequeño, se necesita un espacio extra de almacenaje, y esta solución es perfecta. Además, prácticamente no se ve, quedan totalmente disimulados por el color blanco de las puertas.
Veis lo que os había dicho de las pinceladas del amarillo en la decoración? Han aprovechado que el espacio tiene un montón de luz natural, para potenciarlo con este color en los detalles.
Han aprovechado además un hueco amplio cerca del baño para colocar un amplio vestidor.
Este es el detalle del techo. No lo se seguro, pero por la forma podrían ser unas escaleras.
Para mi el baño es quizá un poco moderno de más. Y me sobra la tv... pero para gustos los colores!
Y este es el antes y el después de la planta. Ya veis que el espacio, que sólo era de veintinueve metros cuadrados, está muy bien aprovechado.
Fuente: Home designing
¿Qué os parece la elección de colores?
y el baño, ¿también os parece un poco impersonal, u os gusta?