El estilo industrial nace cuando los espacios industriales abandonados como naves u oficinas se empiezan a reconvertir en viviendas en la década de los años 50. Primero por necesidad de espacio y por sus bajos costes, convirtiéndose, a o largo de las décadas en una moda y un nuevo estilo conocido como el tipo loft. En este caso, el espacio de gastronomía parte de una concepto de espacio diáfano donde las divisiones se han reducido al máximo y la decoración al mínimo, dando protagonismo a los materiales y estructuras básicas del inmueble. El vintage industrial recupera elementos de la época industrial para darles una nueva vida. ¿te gusta?
Solados de cemento pulido, paredes recubiertas de chapas de metal en gran formato, sin pulimentar que desprenden personalidad y carácter, instalaciones vistas,… En esencia se mantienen las estructuras más o menos en su estado natural con las paredes en bruto.
Como dicen en la revista interiores- “El uso de los materiales es fundamental, combinado con los muebles reciclados, acabados en hierro o acero, maderas toscas, tuberías y estructuras arquitectónicas vistas, paredes de ladrillo y tonalidades oscuras.”
El hierro y casi todos los metales son uno de los elementos necesarios en este estilo. Su combinación con el cristal nos da una forma de separar ambientes sin crear barreras y especialmente para ver el exterior como ocurre aquí. El resultado es realmente bonito.
Solados de mosaico, lámparas industriales de suspensión, mallazos para recubrir pilares y mobiliario a medida, refuerzan este espacio lleno de encanto. ¿Qué os parece?
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