Las viviendas cada vez son más pequeñas, el precio del metro cuadrado y las nuevas necesidades sociales hacen que ya no nos resulte extraño vivir en 30 metros cuadrados. La integración de las distintas áreas es algo de suma importancia,
El recibidor, la cocina, el comedor, el salón y el despacho pasan a ser un entorno diáfano donde tendremos que tener claro que cada metro cuadrado cuenta. La cocina deberá integrarse en el salón, por lo que podemos elegir electrodomésticos panelables y una campana extractora muy potente para evitar malos olores en la casa.
Si no tenemos espacio para poner un escritorio, lo mejor es optar por cojines para portátiles que nos permitirán usar éste desde el sofá. Al mismo tiempo los puff son perfectos para la zona de ocio, puesto que nos permiten tener asientos extra en caso de visitas.
El comedor puede ser fácilmente sustituido por una mesa y sillas plegables. Normalmente en casa no nos juntamos mucha gente a comer, por lo que es un desperdicio desaprovechar un espacio perfecto para poner un sofá más grande, alguna estantería... Además, si nos gusta comer frente a la televisión podemos optar por una mesa de centro elevable.
Un spa dentro de casa
Por último la zona del baño y el dormitorio siempre suele estar separada del resto de la vivienda. Si contamos con mucha altura podemos hacer una entreplanta, lo que hará ganar muchos metros cuadrados. En caso contrario podemos separarla por un tabique de pavés o una estantería modular para no desaprovechar la luz.
Lo ideal en este espacio es concebirlo como una suite de lujo, lleno de detalles y algunos caprichos que nos ayuden a librarnos del estrés y las preocupaciones diarias. Podemos poner un plato de ducha con hidromasaje, una cama más grande de lo normal...
¿Que les ha parecido? ¿Tienen alguna otra recomendación que quieran compartir?