Te propongo probar Mogeen, un salón y escuela de peluquería, con un marcado estilo industrial, regentado por estilistas con mucho talento que a menudo trabajan para revistas y diseñadores de moda de los más famosos.
Cuando montaron el salón, tenían las ideas muy claras, transmitir pasión y estilo en un entorno acogedor que huyera de “sensaciones clínicas”. De hecho, para evitar ese aspecto médico que les horrorizaba, sin prescindir de la luminosidad de las paredes blancas y de las luces de neón de alta gama necesarias para poder trabajar con comodidad, recurrieron a materiales brutos, como madera, cobre, metales sin tratar o vidrio. Para romper la uniformidad del blanco de las paredes, dejaron a la vista las tuberías de cobre, algunas para portar los cables eléctricos y otras con una doble función: calefacción y actuar de calentadores de toallas.
Separadores de ambientes realizados en metal y vidrio para dejar pasar la luz y hacer que todo esté visible, suelo de cemento radiante, lámparas industriales pendiendo sobre los lavabos,… todo ello está dispuesto de forma “movible”, pudiendo cambiar en ocasiones de lugar para favorecer la flexibilidad en el trabajo.
Y, para que la espera sea la parte más gustosa de la experiencia en Mogeen, la zona dedicada a ello dispone de sillones de cuero bien cómodos, una gran mesa de comedor repleta de manjares y despensa integrada en una biblioteca donde encontrar las más variadas revistas y piezas literarias. La fórmula de “siempre ofrecer algo que tu cliente no espera” es, una vez más, un éxito.
Un ejemplo de decoración industrial al servicio de una imagen de negocio estudiada y muy cuidada.
The post UN SALÓN DE PELUQUERÍA DE ESTILO INDUSTRIAL appeared first on .