Una casa con solera, natural, acogedora y con mucho amor por los detalles, tanto que inspeccionarás cada fotografía con lupa para descubrirlos uno a uno. Sigue leyendo y encuentra las claves de este nuevo estilo «atemporal»
Después de guardar unas cuantas fotos de casas —de esas que te enamoran nada más verlas porque todo, lo que se dice todo, te rechifla— me he dado cuenta que todas tienen un nexo común y se llama Ramisa Projects & Fun
Es un estudio formado por una pareja que, además de hacerme creer a pies juntillas en la telepatía (¡han dado vida a la casa de mis sueños sin ni siquiera saber que existo!), resulta que son mis ídolos al haber convertido su pasión por el interiorismo en su profesión. Y es que son buenos, ¡vaya si lo son!.
Así que comprenderás lo difícil que ha sido elegir una casa para este post. Algo que he solucionado cerrando los ojos, moviendo el dedo en círculos y dejándolo caer sobre una de ellas. Esta vez, el gordo —literalmente— ha caído sobre La Coruña, pero no se quedará ahí la cosa … no señor …
NOTA: Todas las fotos son de Nuevo Estilo.
Hablamos de una casa indiana de 1900, 480m², 3 plantas y jardín con palmera. Y aunque pienses que, con esta personalidad, las molduras, el ladrillo visto y ese suelo centenario vienen de serie, me complace decirte que te equivocas. Resulta que lo único original de la casa parecen ser los peldaños y la barandilla de las escaleras. ¿El resto? Una recreación del estudio. De ahí, mi más sincera admiración.
Todos los revestimientos y detalles han sido rescatados de derribos o bien creados ex profeso para esta casa, imaginando como hubieran sido en el pasado, por lo que es normal que encajen como un guante. Bueno, normal no es … es espectacular.
Espacios amplios, aparentemente «diáfanos» y muy cómodos de vivir. La novedad es conseguir que una casa centenaria tenga el último grito en distribución y puedas visualizar toda la planta sin restarle intimidad.
Garante del espacio, el blanco es otro de los puntos fuertes de este estudio. Usado principalmente en carpinterías, revestimientos y paredes, el secreto para que no resulte frío es aplicarlo en diferentes texturas y combinarlo, además, con maderas y fibras naturales. Una invitación a que los tonos tierra entren en escena conectando el espacio con la naturaleza y conformen una base que te permita añadir acentos de color para impactar sin saturar.
Dejémoslo en indefinido. Aquí no hay tendencias. Puedes encontrarte desde muebles midcentury hasta diseños novedosos. Lo importante es que todo tenga ese je-ne-sais-quoi natural que complemente y ensalce la caja, la auténtica protagonista.
El verdadero lujo de esta casa es haber recuperado su historia ( o al menos la que ha imaginado Ramisa) y poder lucirla tan fresca y actual que revivirla es todo un placer.
Y mil gracias a Nuevo Estilo por su amabilidad al dejarme publicar la increíble fotografía de Montse Garriga (@capdemar)
Y ahora dime, ¿podría ser esta tu casa soñada? ¡Deseando oirte estoy!