Este luminoso piso, situado en uno de los rascacielos más emblemáticos del centro de la ciudad y diseñado por los hermanos Otamendi en 1954, fue adquirido por Jose hace apenas 4 años, a pesar de las reticencias de su novia. Ella no comulgaba demasiado con el concepto de vivienda de lujo, “algo impersonal”, con piscina, gimnasio y otros servicios como la Domótica, o la seguridad 24h, con las que cuenta en la actualidad el edificio, Torre de Madrid.
Así que el reto para ambos fue, recuperar el espíritu original del que fuera el primer edificio de hormigón de la ciudad y de Europa hasta el año 1982, con 142 metros y 34 plantas. Para ello los conocimientos de Isabel fueron de vital importancia para saber donde encontrar esas piezas originales que aportarán el carácter y el glamour de la época.
Para empezar, la primera joya apareció en TIEMPOS MODERNOS con este maravilloso aparador de 2 metros, en roble francés de los años 50, que permitió guardar toda la vajilla y cristal de la abuela que no entraba en esa pequeña cocina.
En la cocina, se crearon estas estanterías lacadas en blanco a modo de expositor de libros y se remato con un kilim antiguo.
En el dormitorio, unas mesillas riñoneras en madera de raiz, italianas, de los años 40, compradas a Máximo de El 8, dan ese glamour hollywoodense que respira toda la casa, con detalles de espejos dorados y cabecero con tachuelas fabricado a medida.
Sin embargo para no recargar visualmente el espacio principal de salón- comedor, las sillas “Plastic de Eames” originales, adquiridas en una subasta, sobre un kilim de GAN diseño de Patricia Urquiola dan el toque más atemporal.
Por último, un moderno sofá en lino blanco, de inspiración retro-vintage de la firma BoConcept sería, junto a las butacas danesas adquiridas hace años por Isabel en BATAVIA, lo que completaría el Re-styling del salón, en el que disfrutar de unos buenos cócteles entre amigos.
Fotos: Pablo Noya.