Esta espaciosa vivienda donde el blanco predomina como tono base, está decorada con objetos artesanales, textiles y materiales en madera y fibras naturales que le aportan mucha luminosidad.
Para contrarrestar esa sensación de serenidad los propietarios, muy creativos y gran amantes del arte, han utilizado piezas y recuerdos familiares de sus viajes a Perú, país natal de Jenni, para salpicar los espacios de vivos colores mediante textiles, flores, ovillos y pompones de lana, boas de plumas y otros objetos que combinan armoniosamente con los llamativos cuadros y fotografías de Hans y los dibujos de los niños que decoran las paredes de los dormitorios.
Una casa situada en pleno corazón de Nueva York que bien podría ser una vivienda de vacaciones en cualquier zona de la costa mediterránea. ¿No os parece maravillosa?
Fotografías: Brittany Umbridge.
Vía: Domino