Las piscinas desmontables son aquellas que no van enterradas, sino que se instalan de forma que quedan elevadas y, además, son portátiles. Descubre hoy si son las más adecuadas para ti.
¿Necesitas una piscina desmontable?
Pero eso no significa que no podemos darnos un buen chapuzón cuando apriete el calor. Hay muchas opciones para todas las necesidades y situaciones, y seguro que encontramos la manera de tener una y conseguir así el jardín de nuestros sueños.
Lo primero que tienes que hacer, en mi opinión, es sentarte a pensar para qué necesitas una piscina: si vas a usarla mucho, todo el año o solo un par de meses, si es para tus hijos o te encanta también a ti, si te interesa un modelo duradero porque tienes pensado vivir en esta casa durante muchos años o, por el contario, piensas mudarte pronto. Todas estas cuestión determinan la elección de tu piscina.
Ventajas de las piscinas de superficie
Otra ventaja es que no hace falta tener un jardín descomunal para tener una de estas piscinas. Como se encuentran disponibles en un montón de formas y tamaños, es fácil encontrar la que se adapta mejor a nuestro espacio. Además, una piscina desmontable es fácil de guardar cuando termine la temporada de baño, por lo que no te ocupará sitio en el jardín en invierno.
Las piscinas de superficie, demontables o fijas, son más baratas que las piscinas enterradas, lo que supone otra ventaja añadida.
Por último, las piscinas desmontables se fabrican cada vez con mayor calidad y duran mucho más. Hay diversos materiales entre los que elegir.
No todo son pros, también hay desventajas…
Otra desventaja de este tipo de piscinas es su menor durabilidad. Por regla general, suelen tener una menor vida útil que las piscinas enterradas, aunque esto también está cambiando. Cada vez son más resistentes y duraderas.
¿Prefieres un modelo fijo?
Las piscinas de superficie fijas suelen ser de madera, con un tamaño considerable. Por lo general no se pueden cambiar de lugar. No están pensadas para guardarse cuando el verano termina y llegan los primeros fríos. La solución pasa por protegerlas con cubiertas de piscina adecuadas.
Por el contrario, las piscinas desmontables sí pueden guardarse al finalizar el verano. Están disponibles en un montón de materiales y acabados, entre los que destacan el acero galvanizado, los revestimientos que imitan la madera o la piedra, etc.
Las formas también son uno de los platos fuertes de estas piscinas. Puedes elegir entre modelos redondos, rectangulares, hexagonales, ovalados, etc.
Lo principal, una buena base
A la hora de instalar en el jardín de nuestra casa una piscina de superficie, sea desmontable o fija, lo único que hace falta es que el suelo esté bien preparado. Si la base es buena, la piscina durará más tiempo en buenas condiciones.
El suelo ha de estar liso, bien compactado y uniforme, y también nivelado (no puede estar inclinado). De esta manera la piscina tendrá más estabilidad y no se moverá ni se deteriorará con el uso.
Muchos fabricantes recomiendan hacer una solera de hormigón en el lugar donde queremos instalar la piscina. Eso sí, primero hay que compactar el terreno, ya que si no lo hacemos, el terreno podría ceder en algunas zonas y eso podría provocar roturas en la piscina.
Siguiendo estas recomendaciones, tendrás piscina para rato. ¿Ya sabes cuál es la que más te gusta?
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