Si hay una isla en Canarias que he visitado en más de una ocasión es, precisamente, Lanzarote. Su peculiar tierra volcánica, sus paisajes hermosamente desnudos y su arquitectura única son capaces de ofrecerme la paz que necesito para oír mis propios pensamientos. Y eso, cuando el objetivo es desconectar, se llama paraíso —siempre que encuentres el hotel perfecto para descansar, ¡claro!
¡Y existe!
Abierto hace menos de un año, el Hotel Palacio Ico en Lanzarote seduce con sus 800m² de arquitectura típica canaria y sus espaciosas 9 habitaciones, que nadan entre el porte palaciego del marco y la belleza imperfectamente natural del contenido. Situado en Teguise, es el único hotel Emblemático de la isla —galardón otorgado por su valor histórico (1690) y patrimonial—.
El Palacio Ico se coló en el panorama internacional cuando la afamada artista suiza, Heidi Bucher, lo adquirió allá por los años 80, convirtiéndolo en su atelier y sala de exposiciones. Tras su muerte, su hijo procedió a su restauración, manteniendo sus valiosos artesonados y sus suelos centenarios. Pero no hablaríamos hoy de este edificio, si Eduardo Riestra y Sonsoles López, los propietarios actuales, no se hubiesen enamorado de él y de su villa, convirtiéndolo en hotel después de un duro año de permisos y burocracia.
Todo esto unido a un potente interiorismo —realizado por @art23int— son las claves de por qué este hotel cotiza al alza en los rankings de las principales plataformas turísticas —y eso sin estar en primera línea de playa (está a menos de 10minutos de la playa de Famara, 3km de arena blanca y el Hawaii de los surfistas)
Dormir bajo un artesonado:
tan romántico como hacerlo bajo las estrellas
Techos artesonados de hasta 4 metros de altura y suelos de madera originales del XVIII son el marco perfecto para una decoración natural, sin excesos y sumamente relajada. Muebles orientales se mezclan con otros de factura artesanal —realizados ad-hoc por el interiorista para estos espacios— que contrarrestan el imponente trabajo de restauración realizado por la familia Bucher.
Habitaciones únicas, llenas de detalles
Los espacios están llenos de pequeños detalles. Algo que, me temo, no te pondrá nada fácil salir a hacer turismo por la isla. Porque, por ejemplo, ¿quién no querría disfrutar de esos relajantes espacios creados bajo las ventanas? Y más cuando el propio hotel te proporciona música de vinilo o una biblioteca de más de 300 libros de arte.
Pero hay una suite que destaca entre todas por no compartir los mismos artesonados ni suelos de madera que las demás. Sesenta y cuatro metros cuadrados de espacio en lo que, en su momento, fue la sala de exposiciones de la artista suiza. De ahí que el interiorista diseñara un artístico dosel —inspirado en los paisajes de la propia isla—que resultase tan espectacular como el propio espacio.
Retos bien resueltos
El mayor reto al que se enfrentó Art23int fue crear un baño completo dentro de cada habitación sin alterar el entorno. Ni podía dañar la madera de los suelos ni ocultar los artesonados. ¿Soluciones? Elevó el suelo con un pavimento técnico registrable con acabado porcelánico gris hormigón y creó un falso techo de pladur abierto en la zona de los lavabos. Algo que, sin duda, da mayor amplitud a estos espacios y unas buenas vistas del artesonado.
Deliciosas delicias canarias
Chips de morena, merluza en 3 cocciones o rissotto de placton marino y pulpo. Son algunos de los platos que su directora, Sonsoles, nos recomienda —y sinceramente, solo de oírlos se me hace la boca agua—. Cocina tradicional canaria y vanguardista en perfecta simbiosis. ¿No te parece que está en línea con el propio interiorismo?
Y así es, pues estos platos se degustan en un entorno tradicional con toques artísticos, como las lámparas que ha diseñado el interiorista en homenaje a Heidi Bucher y su obra con látex. A mí, además, me recuerdan a las ligeras linternas chinas que se elevan en el cielo al encenderse en celebraciones varias —vaaale, tal vez tanta luz cálida y acogedora despierte mi lado más romántico —.
¿Qué te parece el Hotel Palacio Ico en Lanzarote? ¿Merece un viajecito? Sus democráticos precios, desde luego, te lo permiten;)
Fotografía: Patri Campora