Soy de las que se siente especialmente atraída por la transformación de espacios que originalmente no habían sido concebidos para ser habitados. Y este es el caso de esta vivienda en Sidney. Lo que en su día albergó un almacén es en la actualidad un acogedora casa a dos niveles que derrocha muchísima personalidad.
Fotografía: Prue Ruscoe – Fuente: Vtwonen
No es necesario resaltar que sus habitantes son unos apasionados de los muebles y objetos recuperados ya que éstos están presentes en todas y cada una de las diferentes estancias. El amplio espacio y la gran cantidad de luz que recibe, no sólo por sus grandes ventanales sino también por la claraboya del techo, ofrecen muchísimas posibilidades decorativas, y eso no deja de ser una gran ventaja. Las paredes se han pintado de blanco, el mismo color que se ha elegido para los revestimientos de la cocina y el baño. Y un papel importante es el que juegan las alfombras que contribuyen enormemente a aportar calidez a un lugar cuyo principal hándicap es precisamente su aparente frialdad. ¿Seríais capaces de vivir en una vivienda como ésta? ¿Dónde hay que firmar?