En concreto, esta casa con muelle privado de 300 m2 consta de dos casas, una principal, y otra para invitados, las dos construidas en madera en colores blanco la principal y la de invitados en rojo. Pero lo más bonito sin duda, ya no solo la decoración ni el tipo de casas, sino las preciosas vistas y sensaciones que desprenden este tipo de hogares junto al mar. Con su propio embarcadero la sensación de libertad es total, no me quiero ni imaginar una cena romántica en el embarcadero, con un cielo completamente estrellado y bajo la luz de la luna y con un par de velas. ¡Encantador!
Fotos
Espero que os haya gustado, feliz lunes mentes creativas.
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