El último fin de semana de enero viajé a París con motivo de la celebración de Maison & Objet. Volé un sábado a primera hora de la mañana y regresé el domingo por la tarde así que la visita fue corta pero creo que al final, la supe amortizar. Aunque principalmente mi tiempo lo invertí en la Feria, el domingo por la mañana pude rescatar un par de horas para pasear por la ciudad.
Después de hacer el checkout en el hotel, me fui a desayunar a la Maison Plisson, de reciente apertura y que se ha convertido rápidamente en uno de los lugares preferidos de los parisinos. Aquí me gustaría remarcar que París es un destino ideal para viajar solo. En todos los cafés o restaurantes es habitual ver personas sentadas solas en una mesa, leyendo mientras toman un café o almorzando, y creedme si os digo que ese es uno de los mejores placeres que ofrece la ciudad. Así que después de un zumo de naranja recién exprimido y unas tostadas, y con la maleta a cuestas, me adentré por el barrio de Le Marais, personalmente, el más auténtico de París, y un paraíso para aquellos que nos gustan las tiendas bonitas.
Imágenes: toc toc vintage
Aprovechando que me quedaba cerca, pasé por delante del que seguramente sea el café de París más fotografiado en Instagram, el Boot Café. El local es minúsculo, de hecho sólo hay 2 mesas en el interior, que por cierto estaban ocupadas, y fuera cuenta con 4 taburetes. A partir de ahí mi objetivo era llegar hacia la Place des Vosges, para mí la más bonita de la ciudad, así que empecé a callejear. Y una vez llegado a mi destino, cogí el metro para volver a la Feria, antes de regresar al aeropuerto. El Parc des Expositions, lugar donde se celebra Maison & Objet, está a solo una parada de tren desde Charles De Gaulle, así que pude exprimir al máximo el recorrer los diferentes pavellones.
Tengo dos cuentas pendientes con París. Una es la de visitarla en verano. Todas las veces que he ido, me he tenido que abrigar de lo lindo, y el paraguas que no falte, claro. Aunque lo de la lluvia en París es tan bucólico, que tampoco es algo que moleste, la verdad. Y la segunda, y sin duda la que más ilusión me hace, es enseñársela algún día a Gala. Bueno, y a lo mejor, también me faltaría una tercera cosa. Vivir en ella una temporada. Pero mientras tanto, me conformo con seguir disfrutándola aunque sea de vez en cuando.