Una de las formas más sencillas de darle un aire nuevo a una estancia es cambiar el estilo a una pared -o a varias- para lo que no siempre es necesario una inversión muy grande, sino tener un poco de imaginación y buscar inspiración que cuadre con tus ideas.
Renovar la capa de pintura de las paredes o poner un papel pintado que le dé un cambio de aire a una habitación está muy bien, pero es más de lo mismo. Existen otras alternativas asequibles con las que puedes lograr resultados asombrosos.
Antes de ponerse manos a la obra, es muy importante comprobar en qué estado se encuentran nuestras paredes; es decir, si hay desconchones, agujeros, grietas, humedades… es el mejor momento para repararlas y dejarlas en el estado más óptimo posible.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es que cada estancia de tu vivienda tiene su personalidad y, por supuesto, su utilidad, lo que puede condicionar en cierta medida el estilo y los cambios que quieras hacer. Es decir, no es lo mismo la decoración para las paredes de una habitación que para el salón, la cocina o el baño.
Desde Vivienda Saludable te traemos algunas recomendaciones para dar a tus paredes un aire novedoso y con un resultado muy favorecedor:
- Prueba con los espejos: ya que tienen el plus de profundizar los espacios, dando la sensación de que son más grandes y contribuyen a crear una sensación de sobriedad y elegancia. Una opción es colocar una composición de espejos de pequeño tamaño y diferentes dimensiones, o espejos de marcos decorados, o también un solo espejo que sea el protagonista en la pared.
- Un clásico que se renueva, papel tapiz: ahora hay espectaculares papeles tapices que incluyen diseños geométricos coloridos o gigantografías. Una simple pared puede convertirse en el foco de todas las miradas utilizando tonos vibrantes y un diseño original.
- Decora con adhesivos: ahora mismo se pueden encontrar todo tipo de vinilos decorativos y stickers. Desde piezas de gran tamaño, como una antigua cabina telefónica, hasta pequeñas figuras, en colores o en blanco y negro. Incluso algunos constan de varias piezas: puedes colocar algunas en un mueble y continuar en la pared, creando un efecto muy original. Es una alternativa aparente y muy económica.
- Revestimiento de madera: una opción atemporal que no pasa de moda y, además, complementa cualquier estilo ya que puede teñirse y envejecerse según cada caso. Asimismo, puede cumplir tan solo una función estética, o también, una funcional como crear una separación entre diferentes espacios de la casa (por ejemplo, en el salón, entre la zona de comedor y la zona de la televisión). En el dormitorio se puede colocar el revestimiento de pared con listones de madera para crear el cabecero, o directamente, cubrir toda la pared sobre la que va la cama. De esta manera, conseguirás aportar aislamiento acústico. Si te animas a poner madera en el baño o en la cocina, es imprescindible aplicar un tratamiento en la madera para que sean resistentes a la humedad.
- Pásate al verde: ¿por qué no usar la vegetación como decoración en interiores? Las plantas y los jardines verticales son un gran aliado de las paredes y, además, proporcionan beneficios directos en nuestra salud y en el ambiente de cualquier estancia. Si el espacio no es muy grande, puedes poner algunas plantas colgantes.
- Dale relieve: las molduras son perfectas para dar relieve a tus paredes, incluso aunque quieras conservarlas totalmente blancas. Eso sí, si quieres obtener un buen resultado, ten en cuenta el tamaño y la altura de los ambientes. Y, en la medida de lo posible, compra molduras de buena calidad, para evitar que se despeguen, se caigan, o arruinen la pintura del techo o la pared.
Confiamos en que, con algunas de todas estas opciones, puedas darle a tus paredes ese plus de estilo, vida, color y carácter.
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