Además de tener una función de protección y aislamiento de las ventanas, y por ende de nuestra casa, del sol, del frío, o de los ruidos del exterior, las contraventanas son también un elemento decorativo que ha vuelto a resurgir con mucha fuerza y que aporta a las fachadas un toque de distinción. Eso sí, merecen una atención y unos cuidados.
Otra de las ventajas de las contraventanas es que se amoldan prácticamente a cualquier zona geográfica, están disponibles en muchos colores y texturas, además de ser seguras y prácticas.
Si bien es cierto que no todas las viviendas son adecuadas para la colocación de contraventanas, a la hora de apostar por ellas es fundamental pedir que estén fabricadas con materiales de alta calidad, que aseguren su resistencia y a la vez favorezcan el aislamiento. En este aspecto, el PVC es un gran aliado, ya que es un material que requiere de un mantenimiento mínimo, resistente a la intemperie y aislante por su propia naturaleza. Además, el PVC es una excelente opción a la hora de pensar en el ahorro energético y económico de tu hogar.
Si te inclinas por poner contraventanas en tu hogar, desde Vivienda Saludable te contamos cuales son los pasos básicos para mantenerlas siempre en las mejores condiciones:
- Haz una limpieza regular: de nada sirve tener unas ventanas muy limpias, si descuidamos las contraventanas. Es decir, cada vez que hagas una limpieza a fondo de tus ventanas, no te olvides de las contraventanas. La frecuencia de limpieza va a depender realmente del área en la que vives y cuán expuestas están tus contraventanas al polvo y la suciedad. Eso sí, a la hora de llevar a cabo esta tarea ten especial cuidado con las que están en el exterior a cierta altura del suelo. Lo primero es nuestra seguridad.
- Cuida el sistema de apertura: es decir, trata las contraventanas con delicadeza, nada de abrirlas de forma violenta o dando golpes. Con el paso del tiempo puedes aplicar lubricante en las bisagras y otros componentes móviles para garantizar un funcionamiento suave y, de este modo, evitar el desgaste prematuro.
- No utilices productos abrasivos: para mantener el polvo a raya pasa un trapo seco o un cepillo suavemente por las contraventanas. Después, con agua tibia y un limpiador especifico -el jabón neutro también es una buena opción- limpia las contraventanas con la esponja o trapo, empezando desde la parte superior hacia abajo para evitar que el agua sucia gotee sobre las áreas ya limpias.
- Para limpiar las lamas de contraventanas prueba a utilizar un cepillo de cerdas suaves, asegurándote de llegar a todas las esquinas y rincones. Si las lamas están muy sucias, puedes humedecer ligeramente el cepillo con agua y jabón suave para una limpieza más profunda. Respecto a las juntas de goma, se puede usar un lápiz de goma para engrasarlas o un aceite especial de silicona.
- En vez de dejarlas secar al aire, para evitar marcas de agua, seca las contraventanas con un paño suave y limpio. Asegúrate de eliminar cualquier residuo de humedad.
- Ante las manchas difíciles, como por ejemplo, los excrementos de paloma, puedes hacer una mezcla entre vinagre blanco y bicarbonato de sodio, que son productos totalmente naturales y nada nocivos para el medio ambiente. Aplica la pasta sobre las superficies afectadas y deja actuar durante unos minutos. Después, enjuaga bien con agua para retirar cualquier resto de bicarbonato o vinagre.
- Verifica regularmente el estado de las cerraduras y pestillos para asegurarte de que funcionen correctamente. Realiza ajustes según sea necesario para garantizar un cierre seguro.
Como hemos contado, las contraventanas no requieren de unos cuidados muy específicos si queremos que luzcan en todo su esplender, pero sí es importante ser constante y no dejar que acumulen mucho polvo y suciedad al estar fuera de casa.