Ya sabéis como me gusta la idea de utilizar objetos para transformarlos o darles un uso diferente al que estaban predestinados.
Con un aro de madera bordador que se compra en una mercería o en una tienda de chinos, se pueden hacer unos organizadores fáciles y creativos como los que hoy os muestro y que en un espacio de trabajo quedarían geniales.
Además, de paso se pueden reutilizar restos de telas, puntillas, blondas..., o como en la primera foto, el vaquero preferido que por motivos del destino ya no entra ni con calzador y que queremos que pase a la posteridad. Uff!! y el maldito bolí bic metido en el bolsillo y que antes o después acababa manchándolo todo. ¿Nunca os pasó?.
Exponer las muestras de crochet de la abuela o las que nosotras hagamos.
Tableros para notas.
Para sujetar la cuerda y que quede bien tensa se utilizan chinchetas.
Y organizador de pendientes.
¿Fácil verdad? Además, quién no guarde un vaquero con la esperanza de que en un futuro muy muy cercano entrará que tire la primera piedra.
Besotes.
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