Hoy día, la lavadora, junto con el frigorífico o el horno , es un elemento imprescindible en la vida de cualquier familia, pero hay que seguir unas sencillas recomendaciones para elegir el modelo que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Frecuencia de uso
Antes de adquirir una lavadora debemos tener en cuenta el número de veces semanales que la vamos a utilizar. Las familias que cuenten con pocos miembros pueden elegir aparatos diseñados para un uso de una o dos veces semanales. Por el contrario, las familias numerosas deben elegir una lavadora pensada para soportar una utilización casi diaria.Muy relacionado con el aspecto anterior se encuentra el volumen de carga que puede soportar una lavadora en cada lavado. La capacidad del tambor oscila entre los seis kilos hasta casi nueve. Las lavadoras que admiten mayor carga son aquellas cuyo uso será casi diario.
Programación de lavado
Hoy día existen múltiples modos de lavado en función del tipo de tejido y de las necesidades del usuario. Programas como “poco sucio”, “anti-arrugas” o “fácil planchado” pueden ser muy útiles para aquellas personas cuyo ritmo de vida les deje poco tiempo para las tareas del hogar.Por otro lado, las familias tradicionales pueden optar por aquellas lavadoras que integren programas que eliminen las bacterias, que incluso puedan lavar cortinas o edredones, o modos de lavado para manchas especiales.
Ahorro de agua y energía
Al elegir una lavadora debemos tener presente dos aspectos fundamentales respecto al ahorro de agua y energía: la calificación de lavado y la calificación energética. Todos los fabricantes europeos están obligados a marcar sus productos con su correspondiente clase energética. El sistema de clasificación consta de siete letras con su correspondiente color (de la A hasta la G), en donde la A significa el mayor ahorro.Con el paso del tiempo ha habido que incrementar la calificación hasta A+ y A++, categorías que ahorran incluso un 10% más que la clase A. Por lo tanto, aquellas lavadoras que sean calificadas A y superiores ahorrarán mayor cantidad de agua y energía.
Facilidad de uso
En la actualidad, casi todos los fabricantes de lavadoras diseñan sus aparatos pensando en facilitar al usuario la tarea del manejo. Por esta razón, casi todas las lavadoras integran pantalla LCD interactiva para agilizar la programación. Además, también incluyen sistemas anti-desbordamiento, lo cual nos ahorrará el inconveniente de inundar nuestra cocina.Aquellas lavadoras de una gama un poco más alta también pueden incluir sistemas de tambor inclinado, lo que facilita el llenado de ropa, o el sistema de programación diferida, que nos permite programar la hora de lavado.
Garantía y vida útil
Por último, antes de decidirnos por una lavadora hay que tener en cuenta la garantía que nos ofrece el fabricante, así como la expectativa de vida útil del aparato. En la mayoría de los casos, la garantía se extiende a un plazo de dos años, si bien en algunas ocasiones el periodo se puede ampliar hasta siete, lo cual supone una ventaja para el comprador.Respecto a la vida útil, debemos tener presente que una lavadora puede formar parte de nuestra familia aproximadamente unos diez años antes de que tengamos que cambiarla.
En resumen, los aspectos fundamentales que debemos tener presentes a la hora de comprar una lavadora son las prestaciones que nos va a ofrecer el modelo, y las necesidades que queremos satisfacer. En la actualidad, todos los fabricantes se esfuerzan para ofrecer una serie de ventajas tanto en el uso como en el ahorro.
Agradecimientos a Belén Moreno de Fagor