Este arquitecto y su escuela tratan de retomar lo racional, algo que se demostrará tanto en el terreno de la arquitectura como en el del diseño de muebles. Se apostará por la proporción en las formas y por una cierta simetría, que veremos reflejada en el mobiliario. A pesar de que sus más grandes obras han dejado una huella imborrable en el terreno de la edificación, el sector de la decoración también le debe mucho. De hecho, hoy en día, no es difícil encontrar en nuestros hogares algunos objetos inspirados en sus ideas.
Materiales cotidianos para decorar
La finalidad de Le Corbusier cuando trabajaba con sus muebles era no sólo sorprender por lo exclusivo del diseño, sino también por lo cotidiano de los materiales aplicados a la decoración. Una de las enseñanzas que debemos al arquitecto suizo dentro del diseño de mobiliario es su aportación al terreno de la ergonomía, un aspecto que buscamos cada día en los muebles que compramos; la comodidad y el descanso unidos al estilo y al buen gusto.La mayoría de sus piezas son sillas y sillones. En ellos puso de manifiesto su idea de que la arquitectura y el diseño de cualquier objeto debían tener como prioridad la adaptación a la arquitectura humana. Así, en sus sillas llegó a contemplar las diferencias en las maneras de sentarse entre hombres y mujeres, lo que le llevó a la creación de estructuras diferentes para cada sexo. Éste es el origen del sofá conocido como "Gran Confort", que comenzaría en 1929 y que acabaría por producir en 1959 Heidi Weber en Zurich.
Gusto por las líneas rectas
Las piezas que Le Corbusier creó se caracterizaron por el empleo de la línea recta y la sobriedad en lo decorativo. Sillones con grandes cojines y donde las gamas de colores que imperan son las que pasan por el blanco, el negro y, en contadas ocasiones, el rojo.Estás sillas y sillones tienen especial predilección por las texturas cercanas a la piel o al cuero, mientras que su estructura habitual echa mano de los tubos de acero. Aunque las piezas originales siguen estos dictados es cierto que, con las nuevas necesidades, no es difícil encontrar muebles con este tipo de diseño, pero que se han adaptado a las distintas tendencias que la moda va marcando según avanza el tiempo.
Un estilo que está de moda
En la actualidad muchas cadenas de muebles, así como prestigiosos diseñadores, realizan reproducciones de todas las piezas de Le Corbusier. Éstas son ideales para despachos, oficinas, salones e, incluso, muchos dormitorios actuales.Hoy en día, el empleo del blanco y el negro continúa siendo común a la hora de teñir el mobiliario heredado del gran maestro suizo. Aportan sobriedad y resultan fáciles de combinar con otra clase de artículos de decoración en los que el gusto por la línea recta también predomina. También se usan tapicerías de otros tonos para aportar a los modelos actuales un aire desenfadado y alegre dentro de los hogares habitados por jóvenes.
Le Corbusier y el minimalismo
Dentro de los conceptos de diseño decorativo, el estilo de las piezas de Le Corbusier va en muchas ocasiones ligado al concepto de minimalismo. Sus líneas rectas y depuradas contribuyen a embellecer espacios diáfanos donde lo que predomina es el espacio sobre el mueble y los colores básicos como el blanco, el negro o el gris sobre el resto de tonalidades de la paleta.El minimalismo ha hecho de las piezas de este arquitecto un referente para la decoración. En este sentido, el mobiliario de este genio resulta muy rentable desde el punto de vista del interiorismo, ya que un sofá o una silla tienen suficiente presencia como para llenar de elegancia cualquier ambiente.