La bolsa ideal para este DIY es la típica alargada que suele venir con botellas de vino, cerveza, etc. También puedes usar una bolsa más ancha, pero entonces necesitarás muchas flores para llenarla y que no quede pobre.
Primero corta las asas de la bolsa, y haz unos pequeños cortes para que sea más fácil enrollarla después.
Con mucho cuidado de no rajarla (a mí se me rajó un poquito, pero conseguí disimularlo después), vete enrollando hasta que consigas una altura y grosor del borde que te guste.
Al principio le puse lavanda (que en este caso es falsa, shhh!)
Pero vi que quedaba un poco pobre…
Para rellenarla, utilicé Gypsophila, que ya sabéis que me encanta.
Este es el resultado, espero que os guste, hasta pronto!
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