En este piso todo es blanco, desde el suelo hasta el techo pasando por la carpintería, las vigas y la chimenea. Pero sus dueños han sabido utilizarlo como un lienzo en el que crear composiciones llenas de color y alegría a través de todos sus detalles y objetos.
La vivienda transmite una gran influencia del colorismo y la viveza de los colores de la artesanía del Perú natal de su dueña a través de todos los elementos decorativos: muebles, lienzos, detalles, tejidos, etc. Las texturas naturales, como la madera, el mimbre, el yute, la lana o el lino predominan en todas las estancias.
La naturalidad también se extiende al mobiliario, de líneas suaves y aspecto envejecido en muchos casos, piezas recicladas o restauradas, pero con un aspecto entre shabby y artesanal. Sólo las piezas justas, sin excesos ni recargas innecesarias.
Los dibujos y las pinturas llenas de alegría y en tonos vivos revisten las paredes de los dormitorios, y adquieren un protagonismo absoluto sobre el blanco del fondo.
Una hermosa manera de destacar y fomentar la creatividad. ¿No os parece?
Fuente: Domino
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