Entonces no me imaginaba que llegaría a conseguirlo y además, que eso implicaría que yo misma hiciera las fotos, y que incluso estas fotos me darían la oportunidad de ampliar mis horizontes profesionales. Ahora incluso ya sabéis que imparto un curso de fotografía de interiores en la Escuela Madrileña de Decoración (¡con nueva convocatoria para julio, por cierto, como os comentaba ayer!).
Laura fue alumna mía en la pasada convocatoria de este curso. Como os podéis imaginar, uno de los ejercicios consistió en traerme unas fotos de algún espacio, y cuando me presentó las de su casa me quedé boquiabierta. Me pareció tan bonita que no me pude resistir y proponerle que me dejara fotografiarla para Ebom.
Laura se dedica al reciclaje y transformación de mobiliario. Podéis verlo en su web, Lauleo, desde la que pronto podréis ver todos sus trabajos. Creativa, inteligente y cultivada, estudió ingeniería pero enseguida derivó hacia el diseño. Tras varios máster en esta disciplina, entró en contacto con la Escuela Trinel de Madrid, donde aprendió todo sobre reciclaje y transformación de muebles.
Ahora se dedica a ello y lo compagina con algunos diseños propios de mobiliario. Decoración, estilismo y diseño serían sus casillas, si pudiéramos encasillarnos con tanta facilidad. Pero ella es de las mías, difícil conformarse con una sola cosa. En su casa, todavía en proceso de definición, está plasmando todos sus conocimientos sobre materiales y composiciones.
Piezas que han pasado por sus manos se reparten por las tres plantas de la vivienda. Algunas se han recuperado de una larga enfermedad, otras se han transformado para adaptarse a los nuevos tiempos y otras han surgido de su imaginación (como las mesas con sobre de vidrio azul del ático, maravillosas). Gran parte del mobiliario es heredado o recuperado y Laura lo ha integrado perfectamente en un estilo cálido y elegante, pero muy actual.
En la reforma de la casa el objetivo ha sido la mayor simplificación. Mejorar la distribución, crear espacios confortables y permitir la suficiente versatilidad para futuras necesidades. Los colores son casi todos de inspiración natural, mokas, beiges, topos… en pinturas de acabados satinados muy suaves y papeles texturados. Los textiles con cuerpo, como los terciopelos, aportan las diversas notas de color en cada estancia.
Y ya os habréis fijado en las fotos de arriba en el imponente comedor, con sillas tapizadas en color mostaza en torno a una mesa espectacular. Era de su abuela. Laura la rescató, la arregló, la adaptó y la disfruta. Una joya. Como muchas otras de las piezas de la casa. En el aseo de la planta baja, ese que tiene un papel de estilo Hicks tan bonito, la pila de mármol ha sido rescatada. En fin, que cada pieza tiene una historia… ¡No me digáis que no es maravillosa! Mil gracias Laura, por invitarme a conocer tu preciosa casa!
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